Una nueva legislación superadora, debería incluir “prohibición total en sitios de venta de la promoción y publicidad” de los productos de tabaco y “las nuevas tecnologías y nuevos dispositivos para el consumo de tabaco como el cigarrillo electrónico” sostuvieron legisladores y organizaciones de la sociedad civil que impulsan la norma
La disminución del tabaquismo y de la exposición al humo ajeno se cuentan entre los principales logros de la Ley de Control Antitabaco que, a 10 años de su sanción, necesita incorporar la prohibición total de publicidad en todos los soportes para aumentar su efectividad y evitar los grises que aprovecha la industria, sostienen.
También reclaman avanzar hacia la adopción de “paquetes neutros” que no incluyan ni marca ni logo y ocupados en un 80% por la advertencia sanitaria; además de “mecanismos de fiscalización adecuados” y la ratificación del convenio marco antitabaco de la OMS, que Argentina firmó en 2003.
“A 10 años de vigencia de la ley, las cifras altas de consumo de tabaco aún continúan: el 22% de la población mayor de 18 años consume tabaco (contra el 27% de hace una década) y además la edad de inicio se sitúa entre los 10 y 12 años”, aseguró Marita Pizzarro, directora ejecutiva de la Fundación Interamericana de Corazón (FIC) al presentar el webinar “10 años de la Ley Nacional de Control de Tabaco, oportunidades y desafíos”.
Y si bien la norma “contempla ambientes libres de humo al 100%”, diferentes relevamientos dan cuenta de la existencia de “nichos resistentes como salas de juego, universidades y oficinas públicas” .
Del evento participaron como disertantes el ex senador e impulsor de la ley, Daniel Filmus; la asesora de la senadora Silvina García Larraburu, Arantxa Anitua; y el consultor nacional de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de OPS Argentina, Sebastián Laspiur.
Sancionada el 1 de junio de 2011 y reglamentada dos años después, la ley 26.687 estableció una restricción amplia de publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco de la que quedan exceptuados el interior de los puntos de venta, las publicaciones comerciales destinadas exclusivamente al sector tabacalero y las comunicaciones directas a mayores de 18 años.
Una década después de la sanción de la Ley de Control de Tabaco, cuatro provincias aún no adhirieron -Catamarca, Corrientes, Salta y Jujuy- en tanto Santa Fe, Neuquén, San Luis, La Pampa y Santa Cruz aprobaron legislaciones superadoras, instituyendo la prohibición completa de publicidad y Córdoba y Tierra del Fuego prohibieron la exhibición de productos de tabaco en puntos de venta.
No obstante “investigaciones dan cuenta de la sistemática violación de la ley de control de tabaco”, sobre todo en kioscos y por parte de las aplicaciones de delivery.
Así, uno de los estudios más recientes realizados a partir del relevamiento de 400 kioscos de 8 provincias, demostró que el 30,41% no cumple con los estándares establecidos por la normativa.
El ex senador Daniel Filmus, recordó las dificultades que enfrentó la sanción de la ley por la fuerte presión desplegada por la industria tabacalera.
“En 2019 y 2020 empezamos con otro proyecto de ley para prohibir los vaporizadores, pero tuvimos dificultades y ahora habría que recuperarlo”, dijo en relación a los cigarrillos electrónicos prohibidos por Anmat en 2011.
El funcionario recalcó que “el tema principal es cómo cambiamos los comportamientos sociales” y, en ese sentido, es necesaria “una serie de programas que nos permita ir cambiando la conciencia”.
A su turno, Anitua explicó los alcances del proyecto presentado el año pasado al Senado por García Larraburu para la modificación de la ley de control de tabaco y agregó que “se plantea en dos aspectos fundamentales: la incorporación del vapeado y los dispositivos electrónicos como productos de tabaco; y la prohibición total de publicidad”, dijo.