El Gobierno está estudiando “todas las soluciones posibles” para evitar un impacto inflacionario de la suba del precio internacional del trigo, a raíz de la invasión rusa a Ucrania, aseguró hoy la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.
“Se están estudiando todas las soluciones posibles, con la urgencia que tiene el caso”, indicó Cerruti en la habitual conferencia de prensa de los jueves en Casa Rosada, en la que advirtió que el tema es “muy complejo” y que “el Gobierno nacional tiene que intervenir”.
Al respecto, destacó la reciente implementación del fideicomiso de trigo, con el que se intenta desacoplar la suba del precio internacional del local, en atención al impacto que tendría en el valor del pan y otros productos de la canasta básica de alimentos.
Roberto Feletti reconoció la dificultad para contener los precios de la harina y aseguró que el acuerdo con molineros y panderos “se está resquebrajando”. “Hace 20 días acordamos con los panaderos y molineros el precio del kilo del pan francés en un rango de $220 a $260 el kilo con una bolsa de harina a $1300” y señaló la disparada del precio del trigo “la tonelada de $280 hace un mes ahora está a $490, es un impacto grande“. Lo cierto es que los panaderos afirman que el kilo de la bolsa de harina ya se llegó a pagar hasta los $2000 en sólo una semana.
Las declaraciones de Cerruti se realizaron luego de una suba del precio internacional del trigo que representó un incremento del 47,5% en los ingresos en pesos por las exportaciones del cereal, entre el 3 de enero y el 7 de marzo.
En ese contexto, desde diferentes sectores se propuso el aumento temporal de las retenciones mientras dure la volatilidad del precio internacional del trigo, frente al rechazo por la Sociedad Rural Argentina (SRA).
La portavoz remarcó la necesidad de “encontrar un balance” entre los intereses de los productores agrícolas y los de los consumidores, ya que en determinados casos específicos “más exportaciones implica que hay escasez para el consumo interno”.
En ese sentido, puntualizó que la Argentina “necesita una reforma impositiva para que los impuestos sean cada vez más progresivos y menos regresivos, de modo que aporten más los de mayor capacidad contributiva”.