Un informe del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz advierte sobre la disparada del precio del GNL y recomienda medidas paliativas que debería encarar el Gobierno Nacional.
“El drama internacional de la pandemia sanitaria, más el actual conflicto bélico europeo, han alterado los precios de la energía, con alzas impredecibles. En el GNL (Gas Natural Licuado) son precios de plena guerra.
En el invierno las importaciones de barcos con GNL, elevan considerablemente el precio final del gas a consumir en Argentina. Recientemente pagamos a razón de 27 u$s/MMBTU, unos 65 millones de dólares por un solo barco de GNL.
Los requerimientos para este invierno suponen la compra de 4.406 millones de m³ que equivalen a 68 barcos, a un precio de 4.420 millones de dólares, o el doble si sube el precio. Este monto resulta necesario pagarlo al contado. Como sabemos esto es un problema importante.
Las necesidades de gas para calefacción en invierno sobrepasan la demanda estival en 50 millones de m³/día por 107 días, con pronóstico habitual de fríos invernales en los meses de mayo a septiembre. Ello implica más de 5 barcos por semana. Y a su vez refuerzos no asegurados de gas boliviano y una sustitución drástica de gas en las centrales eléctricas por gasoil. En su conjunto, la posibilidad de contar con combustibles suficientes no está asegurada. Esto provoca la necesidad de ahorrar en el consumo. Es una situación de emergencia. En los meses de invierno los ahorros pueden evitar gastos de centenares de millones de dólares.
El ahorro de consumo requiere de una gran campaña de difusión ante la situación descripta. Los valores del GNL han dado un salto enorme de 8,5 u$/MMBTU a más de 27 u$/MMBTU, y subiendo. Debemos buscar que los consumos de gas y electricidad se produzcan de la manera más sobria posible. Hay decenas de acciones posibles que es necesario formular en los medios como parte de una campaña nacional y aspirar a un comportamiento razonable de la población, la industria, los municipios y el Estado. Diversas prácticas de ahorro, por más pequeñas que parezcan, aportarán para preservar que el consumo indispensable, llegue a todos los rincones del país.
Todo esto nos lleva a proponer la conveniencia de encarar un programa de diversas medidas para este próximo invierno, declarando de abril a septiembre inclusive, la Emergencia Energética en todo el territorio Nacional”.