El Senado aprobó por unanimidad el miércoles 10 de agosto la ley de “Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos”. Esta reglamentación busca fomentar el uso apropiado de los antibióticos y disminuir su ingesta compulsiva y para eso, a partir de ahora, estos medicamentos se venderán con receta archivada como ocurre con los psicofármacos.
La iniciativa obtuvo el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas que integran la Cámara.
“La resistencia antimicrobiana ya era un problema de salud pública y la pandemia no hizo más que acelerarlo y agravarlo”, manifestó la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, quien fue invitada por los senadores para que se siente en el hemiciclo, de frente a las bancas. En este sentido sostuvo que esta ley es una herramienta fundamental, ya que esta problemática “es una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad”.
Una de las falencias que intentará superar la legislación está vinculada con la duración de los tratamientos. Por ello, el proyecto de ley exige a la industria farmacéutica una readecuación de los formatos de venta con el tratamiento completo de los antimicrobianos. Por otra parte, aunque no prohíbe la entrega de las denominadas “muestras gratis”, exige una prescripción y por una cantidad que cubra todo el tratamiento.
Asimismo, está previsto que la reglamentación del Poder Ejecutivo, una vez que el expediente sea convertido en Ley, establezca que las cajitas de los medicamentos lleven impresa la leyenda “Este medicamento puede producir resistencia antimicrobiana”.
El presidente de la Comisión de Salud del Senado, el peronista tucumano Pablo Yedlin, señaló que los agentes microbianos “empezaron a generar resistencia a los tratamientos” lo que “hizo que hoy algunos micro organismos sean tan resistentes que no tenemos la posibilidad de tratarlos”.