Homenajes en la Ciudad al sacerdote Carlos Mugica a 49 años de su asesinato

Las celebraciones comenzaron en las parroquias Cristo Obrero y San Francisco Solano, en las cuales Mugica daba misa y otorgaba los sacramentos de la Iglesia.

“El padre Carlos Mugica vive en el corazón del pueblo”, es la consigna con la que este grupo de sacerdotes inició las evocaciones para recordar la figura del cura de los pobres.

A las 11, las actividades comenzaron con la inauguración de la ermita (santuario) Padre Carlos Mugica en el Playón del Barrio Mugica, en Retiro.

A partir de las 18, se realizó una marcha de antorchas desde la plaza Juan Salaberry (en Alberdi y Pilar, Mataderos) hasta la Parroquia San Francisco Solano, en Villa Luro.

A las 20, en esa parroquia, ubicada en Zelada 4771, donde Mugica fue asesinado hace 49 años, se celebró una misa.

En tanto, el domingo se realizará una misa y un festival popular en la parroquia de Cristo Obrero entre las 10 y las 16.30 para “iniciar el camino hacia los 50 años” de la muerte deMugica.

“La misa será concelebrada por el Equipo de Curas de las villas y los obispos que iniciarán el lanzamiento de la Misión federal de todas las diócesis que saldrán a misionar por cada uno de los barrios populares de la Argentina”, consignaron desde el Equipo de Curas villeros a través de un comunicado.

Hace 49 años, el 11 de mayo de 1974, Mugica salía de la Iglesia de San Francisco Solano en Villa Luro, donde acababa de celebrar una misa. Allí, se encontraba con una muerte anunciada por amenazas y diferentes atentados precedentes, a manos de la Triple A.

El sacerdote, comprometido con la opción por los pobres y las luchas populares, fue emboscado cuando se disponía a subir a su Renault 4 acompañado de su amigo, Ricardo Capelli. Fueron cinco los balazos que recibió, de frente, como solía pararse frente a las injusticias sociales. Su amigo Capelli recibió cuatro.

Los testigos del hecho, en particular Capelli, identificaron como autor material a un conocido por ambos: Eduardo Almirón, un policía miembro de la Triple A y guardaespaldas del ministro José López Rega en el Ministerio de Bienestar Social.

“Yo sé por el Evangelio, por la actitud de Cristo, que tengo que mirar la historia humana desde los pobres; y en la Argentina la mayoría de los pobres son peronistas… para decirlo de una manera muy simple”, decía Mugica. Por eso, su lema era “siempre junto al Pueblo” y enseñaba, parafraseando a Perón, que la verdadera democracia sería aquella en la que el gobierno haga lo que el pueblo quiera, defendiendo un sólo interés: el del Pueblo.

Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe fue un sacerdote vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y entregó su vida a la lucha por una justicia que esté “encarnada en la vida entera de la sociedad”. “No basta con darle a cada cual lo suyo en un plano meramente individual. No se trata de que los individuos ricos ayuden a los individuos pobres, sino que se trata de que los pobres dejen de ser pobres”, pensaba y afirmaba.

La mayor parte de su labor comunitaria tuvo lugar en la Villa 31 de Retiro, que actualmente lleva su nombre y donde fundó la parroquia Cristo Obrero. En ese humilde templo descansan sus restos desde 1999, cuando en una ceremonia encabezada por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, actual papa Francisco, fueron sepultados.

 

 

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