En la reunión denominada “Audiencia de Pantalla”, convocada en el Centro Cultural San Martín, para conocer cómo funcionará el software y lo que mostrarán las pantallas para la elección de categorías locales surgieron objeciones desde las fuerzas políticas participantes que competirán en la Ciudad de Buenos Aires en las primarias de agosto.
Las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires serán concurrentes ya que combinarán el sistema tradicional de la boleta papel para los cargos nacionales con la Boleta Única Electrónica (BUE) para la selección de candidatos a jefe o jefa de Gobierno, legisladores y legisladoras y representantes a las 15 Juntas Comunales.
Ese día, cada votante deberá acreditarse ante las autoridades, luego trasladarse hasta un “cuarto oscuro móvil” donde seleccionará la boleta papel para los cargos nacionales que introducirá en un sobre que depositará en la urna.
Posteriormente, realizará la elección de los candidatos locales a través de la modalidad Boleta Única Electrónica, tras lo cual firmará el padrón y concluirá la votación.
No obstante, el tiempo que demandará la votación con los dos sistemas generó preocupación desde los partidos políticos de manera transversal, por lo que algunos dirigentes, incluidos los del oficialismo de Juntos por el Cambio, manifestaron propuestas a las autoridades del Instituto de Gestión Electoral.
Entre los planteos estuvo el pedido para que se faciliten máquinas de simulación del voto electrónico previamente a los plazos establecidos para que las vecinas y los vecinos puedan realizar pruebas y tener conocimiento del sistema que solamente se utilizó en la Ciudad de Buenos Aires en 2015.
Otra de las sugerencias -que requiere de una capacitación previa a las autoridades de mesa- está relacionada a que la votación sea “simultánea”, es decir, que mientras una persona esté emitiendo el sufragio a través de la boleta electrónica, de manera paralela, haya otra que esté haciendo lo propio con la de papel