El periódico Primera Página, con 22 años y medio de antigüedad en los barrios de Balvanera y Almagro, denunció amenazas vinculadas con la última editorial de la publicación, “lo que hace presumir momentos difíciles para la prensa alternativa y para la libertad de la que se jactan los medios dominantes” señaló su director.
EDITORIAL Nº 246, DICIEMBRE 2015, del periódico Primera Página
“¡Hitler era un tipo espectacular! ¡Era muy importante en el mundo!”
Durán Barba
Así se definía el asesor “estrella” del PRO criticando el proceso venezolano y a Hugo Chávez: “Los líderes son seres humanos”, “Hay un retroceso en unos pocos países que pretenden tener dioses, y la cosa sale bastante ridícula. Por ejemplo, Chávez”.
Pese a este mensaje fascista, en un balotaje sumamente parejo– apenas dos puntos y solo 600 mil votos sobre 25 millones– Mauricio Macri se coronó presidente de los argentinos. Ganó legítimamente el candidato de “Cambiemos”, y nace así a la faz del territorio, una derecha reciclada en su mensaje y en su indumentaria, alegre, bailantera, carnavalesca y de rostro angelical, que supo esconder cuidadosamente –con el absoluto soporte de la prensa hegemónica– sus propósitos finales, especialmente en el orden económico.
Con el andar del nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre se verán los resultados de este voto difícil de calificar, ya que acaparó importantes sectores de ciudadanos beneficiados por las políticas del gobierno saliente, en una especie de síndrome de dependencia y connivencia entre el débil y el poderoso.
En los campos de batalla, para que un bando avance debe haber necesariamente otro que retroceda y hoy deben analizarse los motivos de tal retroceso, cuando surge la pregunta del millón: ¿algo se habrá hecho mal para resignar el gobierno a una derecha claramente declarada?
Se revivió de este modo el misterio de la curiosa batalla de Pavón, del 17 de septiembre de 1861, donde triunfa Urquiza frente a Mitre. “Ganó (Urquiza) pero le regaló el triunfo a Buenos Aires retirándose miserablemente y dejando el campo de batalla en manos de los vencidos. Tiempo después, el 29 de septiembre de 1868, Mitre, en un banquete de la masonería expresará en su discurso: “Cuando nos alejamos de las puertas del templo, nuestras espadas salieron de la vaina para cruzarse en los campos de batalla, pero aún sobre esa desgracia y esa matanza, el genio invisible batió de nuevo sus alas…”. Fue el mismo “genio invisible” que dirigió la matanza del gauchaje federal de las provincias y el mismo “genio invisible” que armó el genocidio del Paraguay, y dirimió el dilema sarmientino de “Civilización y Barbarie” en favor de “la Civilización”.
Hoy, en una difícil situación internacional por conquistar espacios de poder, y cuando el terrorismo del Estado Islámico (fomentado por las grandes potencias, que luego se les escapó de las manos) acecha, cobra vigor el “El Consenso de Washington” (acuñado por el economista británico John Williamson, en 1989), que fue el conjunto de medidas de política económica de corte neoliberal aplicadas para hacer frente a la reducción de la tasa de beneficio en los países del Norte tras la crisis económica de los setenta, y como salida impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) a los países del Sur ante el estallido de la crisis de la deuda externa.
Todo dependerá del plan del gobierno macrista, aún develado a medias; se presentará un momento difícil para el campo popular, para los derechos humanos (calificados de “curro” por Macri), para una política exterior independiente y para las conquistas sociales.
Se vienen tiempos de devaluación, endeudamiento, quite de subsidios y venta de patrimonio nacional, el fantasma de Cavallo reaparece nuevamente en el firmamento.
El gran triunfo de la derecha –y decir derecha es significar un plan de gobierno afín a los intereses económicos de las clases poderosas y en contra de las grandes mayorías– representa devaluación salvaje, y si hay devaluación habrá inflación y pérdida de valor adquisitivo de salarios y jubilaciones, un futuro de negociaciones paritarias de pronóstico reservado, y qué decir de los haberes de los jubilados que vienen actualizándose dos veces al año y también del famoso 82% móvil, y de exceptuar a los trabajadores del Impuesto a las Ganancias.
En el orden internacional, la cosa está mucho más clara, Macri se erigió en punta de lanza del Imperio contra Venezuela. Falta confirmar su alineamiento con el FMI y volver a las “relaciones carnales”, causa de la hecatombe de diciembre de 2001.
Dos hechos trascendentales se produjeron en el mundo: el primero, ciertos países de América Latina abrieron los ojos y desoyendo las órdenes del amo, rechazaron el ALCA (5 de noviembre de 2005 en Mar del Plata), y actualmente (años 2014/15) entró en crisis el llamado “Estado de Bienestar” de la Europa arrogante y déspota.
Debieron ellos probar los propios remedios que inventaron, volvieron a entrar en crisis, esta vez más virulenta que las anteriores. España, Grecia, Portugal, Irlanda entre otros, son vidriera de sus recetas. ¡¡¡Así les va!!!
Hoy vuelve otra vez aquel genio invisible del trauma de Pavón con un nuevo clima de odio y revanchismo disimulado. Así deben leerse las últimas elecciones en Argentina.
El siglo XXI marcó el fin de una era, la era del sometimiento, la reverencia, la resignación y el temor, hoy los pueblos no son tan mansos como pretendía el amo en el pasado, se quitaron la venda que les obstruía la visión y los tapones que le impedían la audición. Ya no está Urquiza para dejar el campo arado de la victoria a los vencidos, porque entonces los vencidos serán los pueblos y no los próceres de cartón.
Hoy los pueblos ven, oyen y actúan en consecuencia y no hay lugar para ingenuidades, pero ¡cuidado de aquellos que se ilusionan con su pretendido apoliticismo y las secuencias de gracioso pero peligroso cotillón!
Mientras la historia continuará escribiéndose.