Por Leandro Sorribas (delegado de ATE-GCBA)
El gobierno del PRO en la Ciudad de Buenos Aires, de la mano de Mauricio Macri y su ministro de justicia Guillermo Montenegro, ha designado al comisario retirado Jorge “Fino” Palacios para conducir la nueva Policía Metropolitana. Macri lo conoce muy bien, ya que en el 2004 lo contrató como seguridad privada del club Boca Jrs. cuando era su presidente.
Este nefasto personaje tiene un extenso e impresentable prontuario. Se le atribuyen vínculos con algunos de los sospechosos de participar en la voladura de la AMIA y con la banda que secuestró y asesinó a Axel Blumberg. Además participó en la represión del 19 y 20 de diciembre del 2001, que causó numerosas muertes en la ciudad y luego estuvo actuando como asesor de la policía neuquina, conocida asesina de Carlos Fuentealba. Pero “Fino” no es sólo un hombre de acción, también escribió un libro “Terrorismo en la Aldea Global”. En el mismo, defiende el accionar de la última dictadura militar, y es sabido sus vínculos con ex represores, como Carlos Gallone que mantiene una condena de prisión perpetua en la cárcel de Marcos Paz.
Ante semejante prontuario, el repudio a la designación de “Fino” Palacios al frente de la policía Metropolitana, no se hizo esperar y cada vez es mayor. En estos días se están organizando distintas acciones y reuniones de partidos políticos, organizaciones sociales, estudiantiles y de Derechos Humanos por su destitución. Mientras, haciendo oídos sordos, Macri sigue defendiéndolo, con dichos como:”Hemos convocado al policía más condecorado, un hombre absolutamente honesto al cual yo le he confiado la seguridad de mis hijos”.
Por eso para torcerle el brazo a Macri y lograr la destitución de Palacios deberemos, junto a las acciones que ya se vienen llevando adelante, unificar todas las acciones y convocar a una gran marcha masiva de decenas de miles y movilizarnos hasta que se vaya. Al mismo tiempo, que apoyamos el petitorio por las 100.000 firmas que impulsan la CTA y otras organizaciones, les exigimos que, junto con los diputados y legisladores de la ciudad que obtuvieron fuerte apoyo electoral como Pino Solanas, convoquen a una gran movilización por su inmediata destitución. En las calles tenemos que poner la fuerza para imponer esta salida.
“No es un policía es toda la institución”
Hasta el momento el gobierno del PRO, para reprimir manifestaciones venía utilizando a la federal, aportada por el gobierno nacional, como cuando reprimió a principio de año a los docentes porteños que reclamaban por salario o en las represiones a los habitantes de Villa Cartón o Villa 31. Como si esto fuera poco, para los casos de desalojos violentos contra familias que se ven obligadas a ocupar viviendas, no solo usó a la federal de Cristina, sino que para tal fin creó a la UCEP (Unidad de Control del Espacio Público), una verdadera unidad parapolicial de patoteros a sueldo. Patota que, en sus “tiempos libres” se dedica a golpear a los sin techo, que duermen en plazas o estaciones de trenes.
Para profundizar este camino represivo, ahora Macri contará con su propia fuerza represiva, la Policía Metropolitana y para dirigirla, designa a Palacios. Designación, que escandalizó a los sectores “progresistas”. Por ejemplo, a Tito Nenna dirigente de la CTA, actual legislador kirchnerista y uno de los impulsores del petitorio por la destitución de Palacios, aunque no quiera reconocer que fue su propio bloque kirchnerista el que aportó los votos legislativos para crear esta policía.
La creación de dicha policía por parte de Macri es totalmente congruente con la designación de Palacios. Es más la conformación de la misma incluso se contrapone a las disposiciones de la Ley de Seguridad Interior, ya que autoriza a incorporar a sus filas a militares en actividad. Además, para poder llegar a tener 800 miembros en las calles antes de fin de año, Macri recurrió a ex agentes de la federal y de la bonaerense, que en su mayoría fueron exonerados por estar imputados en diversos delitos.
Esta policía está inspirada y armada bajo el modelo de la policía de Madrid, con el concepto de “policía de proximidad”, una policía especializada en desalojos y en el control de manifestaciones. Con esto queda claro que la creación de esta nueva fuerza será un factor de agravamiento de la represión contra el pueblo y los trabajadores. En particular contra las familias que se ven obligadas a ocupar viviendas o contra los trabajadores que tomen fábricas contra los cierres y despidos, o contra quienes se manifiesten en las calles.
Por todo esto, todas las organizaciones obreras, de Derechos Humanos, sociales y partidos de izquierda debemos luchar, en primer lugar por impedir la asunción de Palacios, y también por el cierre de la UCEP y la disolución de la Policía Metropolitana mediante la movilización en las calles. Ya como una primera medida, el próximo 30 de julio a las 17 hs., varias organizaciones sociales y políticas ya estamos convocando a una movilización desde el Obelisco hasta la Jefatura de Gobierno, mientras seguimos trabajando por la más amplia unidad para imponerle a Macri la destitución de “Fino” Palacios.