En la pelea que mantiene el multimedio con el ex diputado provincial y titular de la Federación de Tierra y Vivienda, tuvo lugar hoy un nuevo round. En una nota firmada por Pablo Abiad, lo califican de “intocable” a raíz de la indefinición judicial por el copamiento de la comisaría 24 de La Boca. Los hechos tuvieron lugar hace cuatro años, tras el asesinato de Martín “Oso” Cisneros, un militante social del Comedor Los Pibes.
Juan Carlos Duarte –quien vivía con su madre frente a la casa del Oso– en la noche del 25 de junio de 2004 cruzó la calle en compañía de un menor. Ambos le habrían disparado a Cisneros a quemarropa desde la ventana, dándose de inmediato a la fuga. Fue entonces que los indignados vecinos y compañeros de Cisneros fueron a la seccional y ante la falta de acción policial terminaron tomando la comisaría. En el hecho participó Luís D’Elia, por entonces subsecretario de Tierras para el Hábitat Social en el Gobierno de Néstor Kirchner.
A Duarte se lo vinculaba desde mucho antes con Cayetano Grecco, titular de la 24ª, que luego fue pasado a disponibilidad. El delincuente tenía tres pedidos de captura, uno en Lomas de Zamora por robo a mano armada y otros dos en Capital radicados en la misma comisaría 24, uno por lesiones graves y otro por violación. El comisario Grecco lo caracterizó como “un humilde remisero” de La Boca.
El juicio oral contra Duarte y el menor tuvo sentencia el 5 de julio de 2006. Duarte fue condenado a 15 años de cárcel, de los cuales dos corresponden a otra causa. El fiscal Di Paola Derqui había pedido 18 años para Duarte y 13 para el menor por considerarlos “coautores” del crimen.
Con igual lógica a la que esgrimen los familiares de Maxi y Dario, los compañeros de Cisneros piden se investigue a quienes hicieron posible el desenlace, apuntando, en ese sentido, a la connivencia policial que liberó la zona, sin cuyo aval –sostienen– el sicario que lo ejecutó no hubiera podido actuar.
La nota de Clarín
Nada de esto rescata la nota de Clarín. Al comisario Grecco sólo lo mencionan “como el primer comisario al que le tomaron la seccional a empujones” en tanto Duarte sería alguien a quien D’Elia quería ver preso (“Norberto Oyarbide apareció a tiempo esa misma noche para capturar a quien D’Elía quería ver preso”). Por otra parte señala que en el lapso de 9 horas en que la comisaría estuvo ocupada por los vecinos, según la Justicia “se habrían robado chalecos antibala, municiones, teléfonos, uniformes, dinero, se dañaron computadoras y fue amenazada una embarazada”. Lito Borello, referente del Comedor los Pibes, sostiene que Clarín “miente descaradamente sobre los robos” al haberse probado “por acta firmada por las propias autoridades de la comisaría 24 (que figura en la causa y está en nuestro poder) que no había ningún faltante en la dependencia policial”.
Según Borello “En un momento de fuertes contradicciones políticas, donde el gobierno popular intenta profundizar la justicia social, los medios del poder realizan una nueva maniobra de prensa, intentando deslegitimar a funcionarios, compañeros y organizaciones que lejos de un accionar delictivo, día a día hacen patria. Lo que les duele es que las organizaciones populares no dudemos en estar en la primera línea de la defensa de un proyecto tan opuesto a sus intereses corporativos”.
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La Justicia nunca citó a D’Elía por la toma de una comisaría (Clarín 23/06/2008) |