A un grupo de encapuchados se le atribuye la autoría de los desmanes que tuvieron lugar ayer tras una marcha de protesta de miembros de la Asamblea de San Telmo frente a las oficinas de la Dirección de Economía Social ubicada en avenida Belgrano 858. Los destrozos en el interior de la dependencia alrededor de las 10 de la mañana, en horas de atención al público, alcanzaron a vidrios, mobiliario, computadoras y documentos de la repartición.
Rubén Saboulard de la Asamblea de San Telmo se despegó de lo incidentes. Dijo que fueron “doce encapuchados” quienes irrumpieron en la oficina y provocaron los destrozos, luego de la marcha de miembros de la Asamblea. Afirmó, sin embargo, “no ser totalmente inocente” porque entiende “la indignación de la gente que rompió todo”.
El conflicto entre la organización y las autoridades del Ministerio de Desarrollo Social a cargo de Esteban Bullrich surge a raíz del re-empadronamiento dispuesto por éste de los beneficiarios de planes sociales que 5250 personas han estado recibiendo hasta el presente. Cada integrante de un emprendimiento avalado desde una organización social recibe una contribución mensual de $ 200. Bullrich quiere además que cumplan con la contraprestación de concurrir a cursos de capacitación para poder postularse a “empleos de calidad”.
Según el Ministerio el empadronamiento arrojó los siguientes resultados:
De los 5250 actuales beneficiarios sólo se presentaron 2153. A su vez, se realizó un cruce de base de beneficiarios a través del Sintys –Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social- del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Como resultado se registraron 300 casos con empleo. 25 de ellos eran empleados públicos, 19 pertenecientes a la planta del Gobierno de la Ciudad y 6 al Gobierno Nacional. Todos estos fueron dados de baja.
Desde el Gobierno acusan a la Asamblea y decidieron cortar todo diálogo, por cuanto “sus actos muestran que su fin no es construir capital social, sino destruirlo”.
El representante de la Asamblea de San Telmo dijo que la medida es “un mecanismo encubierto para recortar las ayudas sociales”. En declaraciones al matutino Clarín señaló que el reempadronamiento “arrancó cuando comenzaban las clases, así las madres no podían ir”. “Si el gobierno quiere cortar el diálogo, nosotros cortaremos las calles” dijo Soubalard.