Con un acto en el Salón Dorado la legislatura porteña celebró la declaración de interés cultural de la obra del músico, en el centenario de su nacimiento. La iniciativa fue presentada por la diputada Andrea Conde.
“Fue un músico excepcional y cambió la música para siempre… su música ha tendido puentes entre géneros musicales y entre distintas zonas y geografías del país”, comentó la legisladora.
La legisladora le entregó a la viuda de Leguizamón, Ema, el título donde consta la declaración de interés de la Legislatura para el folklorista nacido en Salta. Luego, uno de sus cuatro hijos recordó el legado cultural de su padre y también que se lo conmemore con su nombre en escuelas y plazas
Además de músico, el Cuchi Legazamón se recibió de abogado, fue docente y diputado provincial. Su contacto con la música tuvo lugar desde la primera infancia y su padre lo alentó haciéndolo escuchar a Bach y Beethoven.
Leguizamón renovó el folklore argentino en piezas cumbre como “Balderrama”, “Maturana”, “Juan del Monte”, “La pomeña”, “Zamba de Argamonte” y “Zamba de Lozano” (con Manuel J. Castilla); “Si llega a ser tucumana” (con Miguel Ángel Pérez), “Zamba de los mineros” (con Jaime Dávalos), y “Zamba del laurel” (con Armando Tejada Gómez), entre muchas otras. También fue un formidable letrista.