Lo dispuso el TOF 1 de la Capital. Incluye los elementos de los 27.200 kits almacenados, con excepción de cunas y sacos de dormir, destinándolos a las instituciones que con mayor urgencia precisen salvaguardar el interés sanitario de niñas y niños.
El juez Bonadio ordenó a principios de 2016 la suspensión del reparto de esos kits. Lo hizo en el marco de una causa por supuestos sobreprecios y direccionamientos en la licitación para la compra de las cunitas. Procesó por ello a 24 ex funcionarios y decidió la quema de los kits. Pero ante la reacción de varios sectores debió dar marcha atrás y le otorgó a la cartera sanitaria la custodia del material.
El plan lanzado por CFK otorgaba una cuna de madera y tela, sábanas para el bebé, un acolchado, un toallón, mudas de ropa, un neceser, juguetes, un libro de cuentos, un bolso cambiador y pantuflas y ropa para la mamá, quienes además debían cumplir Con los correspondientes controles de salud.
El modelo fue tomado de Finlandia, que aplica ese plan desde hace 79 años y consiguió una notable baja de la mortalidad infantil.
La resolución del Tribunal
En la resolución, firmada el 27 de junio pasado, el tribunal recordó que la orden de redistribución de los elementos del kit –con las excepciones ya enunciadas- fue dada por el juez instructor el pasado 26 de agosto de 2016 –y ratificada el 22 de septiembre de ese mismo año, es decir hace casi diez meses; y, a la fecha, el Ministerio de Salud no ha dado cumplimiento a dicha redistribución.
La necesidad de redistribución, indicó el tribunal, tiene en miras impedir que muchos de los elementos que integran los kits, ante sus eventuales fechas de vencimiento o expiración, pierdan definitivamente todo tipo de utilidad. “A nuestro entender, resulta de especial importancia considerar ese aspecto al tomar esta decisión, pues no hace más que reafirmar la necesidad de destinar esos elementos, con la urgencia que el caso amerita, a las instituciones o entidades que los precisen con mayor premura; evitando así que posibles y futuros vencimientos provoquen la pérdida de los productos que pudieran perecer”, destacó.
Por otro lado, dijo que “la decisión a adoptarse sobre el destino de los 27.200 kits largamente almacenados -amén de las importantes erogaciones de dinero que generan al Estado Nacional-, debe inexorablemente tener en miras el principio basilar antes señalado; esto es, el interés superior del niño”.