Por Marcelo Morigi
La última vez que se lo vio a Luciano fue el 31 de enero cuando se dirigía a la casa de Vanesa, una compañera de Sociales.
Desde el instante mismo de su desaparición Vanesa sospechó de la delegación policial del barrio, pues en reiteradas ocasiones, policías de este lugar habían amenazado a su hermano con frases como: “Negrito de mierda a vos te vamos a cargar, o, vas a terminar con un tiro en el pecho” (mientras le apoyaban un arma en esa zona del cuerpo).
Por ello además de presentar la denuncia para que buscaran a Luciano, realizó una campaña con afiches difundiendo su búsqueda, y se presentó en reiteradas oportunidades a la fiscalía aportando datos sobre la línea de investigación que hiciera foco en la delegación.
Sin embargo, la causa desde un principio había comenzado a embarrarse: alguien le pidió a la familia unos pocos papeles de cocaína a cambio de Luciano (esto podría ser una lumpen mejicaneada, o una estrategia de la policía para desviar el curso que debiera haber llevado la investigación), con lo cual se le dio intervención a la DDI, que en poco días reventó el barrio hostigando a los propios amigos de Luciano, y generándoles temor a todos los que supieran algo.
Con ello durante el primer mes la causa estuvo prácticamente dormida, y la línea policial nunca se investigó, a pesar que una de las declaraciones obtenidas por la DDI hablaba de que alguien con las características de Luciano habría estado en un patrullero el día de su desaparición.
Finalmente, hace aproximadamente 10 días, un chico del barrio se quebró y le contó a la familia lo que sabía: este chico, se encontró con un compañero del secundario quien le contó que había estado detenido en la delegación junto a Luciano y que ambos había sido reventados a palos. Este chico lo vio a Luciano, aparentemente muerto en la delegación, y por ello se encontraba realmente asustado. Este testimonio fue incorporado a la causa, y en el día de ayer la Fiscalía General le retiro la causa a la primera fiscalía que había actuado.
Algunos datos más reafirman la hipótesis de la responsabilidad policial en la desaparición forzada de Luciano. La primera denuncia por la desaparición de Luciano la realiza su madre y los policías se negaron a darle una copia, cuando Vanesa fue a reclamar esta copia, los policías se demoraron en dársela, y la que le dieron tenía la hora en que ella lo fue a buscar y no la hora en que se había producido la denuncia. Además ese día la familia pudo ver como la delegación estaba siendo limpiada y constataron el fuerte olor a lavandina que había.
Otra cuestión a tener en cuenta es el origen y la funcionalidad que tiene esta nueva delegación. Seguramente muchos de nosotros hemos vistos por televisión el viernes de la semana pasada, las marchas organizadas por la asociación Vecinos en Alerta de Lomas del Mirador (Valomi), en la cual se repudiaba los crímenes de el florista de Susana Jiménez y del entrenador de Copola. El titular de esta reaccionaria asociación (de apellido Lombardo) se vanagloria de haber conseguido que se instale esta delegación. Pero desde que ésta se instalo, su única funcionalidad es amedrentar y golpear constantemente a los pibes del barrio que no roban para la policía. Pues se sabe que la policía cooptaba pibes a los cuales les liberaban la zona para que robaran para ellos. O sea, algunos vecinos del barrio toman como referente a este neo-fascista y le agradecen estas conquistas, sin darse cuenta de que ellos mismos podrían ser victimas del accionar de esta delegación. Además del rol represivo que ya de por si tiene este lugar hacia los vecinos mas pobres del barrio.
Un dato no menor es que mientras todos podíamos ver por televisión la marcha contra la inseguridad en Lomas del Mirador, en el mismo momento y en el mismo lugar, se estaba produciendo una marcha organizada por los amigos de Luciano, que reclamaba su aparición. Esta marcha, que termino con un fuerte escrache a la delegación, fue ocultada por los medios que estaban presentes (de hecho canal 26 y canal 11 filmaron imágenes del escrache pero no se atrevieron a pasarlas) lo que nos muestra que quienes hoy reclaman “contra la inseguridad” no tienen intención de difundir este reclamo.
Vanesa es una compañera y lo que hoy esta viviendo no puede pasarnos por el costado. Debemos mostrar nuestra más amplia solidaridad y preocuparnos porque este reclamo sea escuchado por toda la sociedad.
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