EL NÚMERO DE ÀRBOLES EN LA CIUDAD ESTA POR DEBAJO DE LO QUE SUGIERE LA OMS
Unos 424.000 árboles están distribuidos por distintas veredas, plazas y parques porteños, según el último censo de 2011, una cifra que está por debajo del ideal de una gran ciudad y que crea una situación “preocupante” del arbolado de Buenos Aires, afirmó la ingeniera agrónoma Ana Guarnaschelli.
En diálogo con Télam, la ingeniera sostuvo que “el estado del arbolado es preocupante; faltan árboles en la ciudad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica como conveniente 10-15 metros cuadrados de espacio verde por habitante (m2/hab), y en la ciudad los números están bastante por debajo de eso”.
La especialista, docente de la cátedra de Dasonomía de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), dijo que esas cifras son, según el gobierno porteño “de 6.1 m2/hab, pero otras fuentes hablan de 2.97 m2/hab”.
Según el censo, el 12 por ciento de los árboles plantados en la ciudad está en parques y plazas, y el resto en las veredas, también llamado de alineación.
En relación con los árboles de las veredas, Guarnaschelli precisó que “la arboleda de alineación de la ciudad tiene diversos problemas que vienen de mucho tiempo atrás y son derivados en gran parte de la incorrecta elección de especies en numerosísimos sectores de la ciudad”.
A esto se suma la existencia de “ejemplares muy añosos, en mal estado, muy descuidados, deformados y mal distribuidos porque hay zonas con mayor densidad de espacios verdes que otras”, señaló.
En este sentido, expresó que son problemas que datan de 50 o 70 años atrás: “Basta ver las dimensiones de los árboles en numerosos sitios de la ciudad”.
“En muchas calles de Recoleta y Palermo, que en promedio tienen 3-3.5 metros de ancho, hay plantados plátanos que superan los 20 metros de altura, y que se encuentran en la mayoría de los casos inclinados hacia las calles por falta de espacio, con problemas sanitarios y en mal estado”, ejemplificó.
La experta señaló que también hay problemas con las podas ya que “se apela en muchos casos a podas de acortamiento de ramas, las cuales generan serios problemas de cicatrización de las heridas y posterior brotación de ramas con problemas de anclaje”, y en este sentido señaló que “si se consideran aspectos relacionados con las podas, por ejemplo, diría que la gestión actual debería revertir este tipo de prácticas”.
En este marco, aseguró que para solucionar los problemas de la arboleda de alineación “se requiere de equipos multidisciplinarios y muy capacitados”, y añadió que “a partir de lo que observo, me parece que no hay una correcta capacitación de las empresas y empleados que realizan las podas”.
Guarnaschelli señaló, como otra de las preocupaciones, que “si no se reemplazan a la brevedad muchos ejemplares de grandes dimensiones con problemas de forma y sanidad, la situación empeorará”.
Con respecto a las estadísticas oficiales que hablan de un aumento de árboles en relación a los m2/hab, la especialista expresó que las plantaciones que se hicieron en los últimos tiempos “no tuvieron un éxito del ciento por ciento y eso es fruto del descuido de los vecinos y de la gestión”.
“En algunas comunas, la 12 por ejemplo, el boom inmobiliario, el aumento de la construcción de grandes edificios ha generado que muchos de los ejemplares plantados hace seis u ocho años, hoy no existan”, enfatizó.
Asimismo, precisó que “a partir de algunos trabajos de relevamiento que hicimos para evaluar sectores donde se realizaron plantaciones en el año 2006 aproximadamente, en algunos lugares se vio que el 40 por ciento de los árboles había fallado, en muchos casos hasta habían desaparecido las planteras originales”.
Esas desapariciones se debieron a la construcción de “accesos y entradas a grandes edificaciones. Y en otros casos fruto del mal cuidado”.
Con respecto al comportamiento de la gente con los árboles, señaló que “no hay suficiente conciencia de sus múltiples beneficios y servicios ambientales y eso hace que se practique en muchos casos podas por cuenta propia, se cuelguen carteles, tengan heridas derivadas del maltrato, y otros daños”.
Destacó que “en líneas generales no hay sentido de propiedad del ejemplar, esto es un hecho común en grandes ciudades a diferencia de otras más pequeñas. Y más aún en aquellos barrios donde predominan las oficinas, los organismos públicos, comercios”.
También muchas veces “los vecinos manifiestan rechazo a tenerlos en las veredas por problemas de alergia, lo cual es entendible, pero esos mismos árboles pasada la época de la dispersión del polen, brindan muchísimos beneficios”.
No obstante, destacó que también hay gente que “aprecia el arbolado, que sabe valorar correctamente” sus cualidades. (Télam)