El martes último legisladores de la oposición presentaron un proyecto de ley para la recolección de basura en la Ciudad, que obliga a las empresas recolectoras de residuos a incorporar los criterios establecidos en la ley 1854, conocida por su denominación de Basura Cero.
El proyecto es contrario al diseño oficial, que se aparta de los lineamientos de dicha ley, propone volver al antiguo sistema de pago por peso y descarta la separación en origen. Un representante de la organización ambientalista Greenpeace, que avala el nuevo proyecto, participó de la reunión.
Presentaron la iniciativa Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires), Gabriela Cerruti (Nueva Democracia), Sergio Abrevaya (Coalición Cívica), Julián Dángelo (PS) y Juan Cabandié y Pablo Failde (FpV). Según el director político de Greenpeace, Carlos Villalonga, “hubo 9 meses de discusiones en la que aportamos todos, legisladores y organizaciones”.
El nuevo proyecto tiene por objeto servir de marco regulatorio a los contratos que se celebre el Gobierno de la Ciudad con las empresas que prestan el servicio de higiene urbana. La propuesta establece, básicamente, las orientaciones, modalidades y condiciones de esas prestaciones y crea un Sistema Público de Recolección Diferenciada, Selección, Acondicionamiento y Comercialización de residuos reciclables y recuperables.
Los puntos centrales del proyecto son la separación de residuos en origen, la recolección diferenciada y la incorporación paulatina de las cooperativas de recuperadores. Para que el proyecto se convierta en ley deberá contar con algunos votos del bloque oficialista de la Legislatura.