Por Maria Inés Lasivita – Red Eco
La lechería es un asentamiento ubicado en el barrio de agronomía, al borde de las vías del tren. El edificio de tres pisos en el que están alojadas doscientas veinte familias, era parte de una cooperativa de lecheros que dejó de funcionar en el ‘68.
Actualmente las condiciones de vivienda son muy precarias. El edificio fue subdivido con ladrillos en casillas, y no existe agua potable. Hay una sola canilla en la planta baja a la que recurren todas las familias, y con mangueras de goma hicieron una red para distribuir el agua y desaguar los baños. En los últimos años la población aumentó y se armaron casillas alrededor de las vías, por fuera del edificio. Recién hace dos años Edesur realizó una instalación eléctrica funcional, y colocó medidores por los que factura a los vecinos al precio de un local de fábrica.
Raúl es el primer habitante de La lechería, llegó en el 79, cuando solo eran ocho personas en el lugar. Describió las condiciones en las que viven ahora: “principalmente, el problema es el edificio, no aguanta más. Estamos esperando una respuesta del gobierno, porque en la construcción ya no da, hay piezas apuntaladas, revoques que se caen, no se puede vivir entre roedores, cucarachas y todo tipo de alimañas. Cuando llueve mucho, se inunda la parte del fondo. Sale agua de lluvia, alquitrán, materia fecal, imaginate que acá viven mas de mil chicos, se generan hongos, el año pasado hubo una epidemia de hepatitis A, estamos expuestos a toda una cantidad de enfermedades…”.
La cooperativa de vivienda “Los bajitos” fue formada hace años por vecinos del lugar y rescatada con el asesoramiento técnico de un grupo de personas que desde 2001 comenzó a trabajar en el barrio dando apoyo escolar a los chicos. El proyecto creció y se edificó “La escuelita” un espacio donde, a partir de las necesidades que fueron surgiendo y del trabajo conjunto con la gente de La lechería, se encaró un proyecto más amplio.
“Los bajitos” presentó en septiembre de 2006 un proyecto de vivienda al Gobierno de la Ciudad. Ornella Chimenti trabaja en la escuelita y con la cooperativa, y comentó a Red Eco que “el gobierno no está dando respuestas. Acá hay un proyecto presentado, que apunta a que las familias puedan vivir dignamente, y están dadas todas las condiciones para que se lleve a cabo, porque las familias están organizadas y porque hay cabezas que lo pensaron, y no cambio nada”.
Ornella contó que en “La escuelita” se desarrollan actividades principalmente educativas, desde apoyo escolar, educación para la salud, talleres de plástica y alfabetización, hasta un emprendimiento productivo, que es un taller textil en el que trabajan sobre todo las madres de La lechería. “Todas las actividades están cruzadas por el eje educativo, lo vemos desde ahí porque apostamos a una forma diferente de educarnos y de construir sujetos”.
También están convocando a artistas que quieran acercarse para pintar murales en la zona. Ornella explicó la finalidad del proyecto: “nos interesa que la gente pueda conocer otras cosas de la lechería, que no se siga fomentando esta cuestión de los chorros, de las personas con las que no se puede convivir, porque lo correcto es que puedan ver la realidad, mostrar escenas de lo que se hace acá, madres trabajando, chicos pintando, chicos estudiando y decorando la escuela, cosas que suceden en la cotidianeidad”. Raúl resaltó también la falta de solidaridad de los vecinos de Villa del Parque y Paternal: “te insultan, te culpan, y yo les diría que en todo lados hay delincuentes, está el del guante blanco, y al que se lo ve es al pobre; a mi me gustaría que se acercaran. Nosotros en el verano hicimos un festival, pensamos que iba a fallar y se llenó. No es lo que se dice, la gente tiene que estar, ver y compartir para saber que las cosas no son como se piensa”.
En el asentamiento, la solución al problema habitacional es una urgencia, las familias están expuestas a condiciones extremadamente precarias, y las autoridades no han dado ningún paso para solucionar el problema de vivienda ni la situación sanitaria que acarrea. Los chicos juegan en las vías del tren, y Raúl contó que en los casi treinta años que lleva en La lechería fueron muchos los que murieron. “Riesgo hay siempre; y principalmente la cantidad de enfermedades que nos podemos llegar a contagiar, esto es un foco de infección, el gobierno podría haber tenido la gentileza, ya que estamos en época de elecciones, de mandar el camión fumigador. Debería dejarse de andar atendiendo otras inquietudes que no son tan importantes y ocuparse del pobrerío. Seguimos viviendo en las mismas condiciones y peor. Ahora hay que seguir para adelante y luchando para conseguir un techo donde poder vivir. Si el jefe de gobierno no se hace cargo no nos queda más recurso que la lucha”.
Ornella resaltó que cualquier paso adelante que se dé desde el gobierno va a ser el resultado de esa misma lucha por una vivienda digna. “Cuando decidimos conformarnos como cooperativa y trabajar con los “Los bajitos” no fue solo por la cuestión de tener un marco legal, por la necesidad de tener la relación institucional y conseguir la vivienda. Es porque creemos que ahí estamos construyendo nuestra forma de vivir, y cuando decimos que somos una cooperativa entendemos que entre todos estamos construyendo y apuntando a un modelo de vida diferente. Cuando decimos queremos vivir bien y dignamente no estamos diciendo simplemente “nosotros”. Nos comprometemos a, donde estemos, fomentar una forma de vida digna para todos, porque no podríamos estar pidiendo una vivienda digna para nosotros y seguir manteniendo relaciones desiguales e injustas con el resto”.
“La escuelita” necesita todo tipo de útiles escolares para el comienzo del año lectivo. Contactos: Diego (15) 4870-2568. Ornella (15) [email protected]