En La Boca proponen recuperar el trasbordador

El puente en construcción poco antes de ser inaugurado en 1914.


Instituciones y organismos firman un convenio cuyo objetivo es restaurarlo y ponerlo a funcionar. Inactivo desde 1960, el puente operaba mediante una barquilla colgante que trasportaba pasajeros, mercaderías y vehículos entre la Isla Maciel y La Boca. En 1994, el gobierno de Menem dispuso su desguace, pero vecinos y legisladores de la Ciudad consiguieron impedirlo. 

“La firma del convenio —afirman los organizadores— lejos de ser una mera declaración, tendrá como principal objetivo, recuperar el viejo trasbordador de La Boca e invitar a las instituciones, los distintos estamentos nacionales, provinciales y locales, al sector público y privado a desarrollar una planificación sustentable; hacer las gestiones necesarias para declararlo patrimonio de la humanidad y algunas acciones de difusión que incluyen: un Museo de Sitio (con partes del puente que se han ido desprendiendo, su historia, fotografías, etc.)”.

La iniciativa surgió gracias a una invitación de España que prepara la postulación de su puente trasbordador, el Bilbao- Vizcaya, a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO e intenta hacer una presentación seriada y transnacional. A raíz de ello, la Fundación X La Boca, el ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) y el IPPAUR (Instituto de Preservación del Patrimonio Arquitectónico Urbano y Rural del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, Distrito 2 Avellaneda) sostienen y adhieren los valores que prevalecen en dicha postulación, mediante la firma de un convenio de mutua colaboración.

Entre los siglos XIX y XX se construyeron en el mundo, veinte puentes similares en áreas portuarias. De los veinte, sólo quedan en pie ocho, todos en funcionamiento salvo el nuestro que —por otra parte— es el único de América.

La obra fue inaugurada el 30 de Mayo de 1914 con el nombre de Puente Trasbordadador Nicolás Avellaneda y más tarde, con las pinturas de Quinquela Martín, adquiere trascendencia a nivel mundial y se convierte en un emblema del paisaje urbano de La Boca.

En 1960 el puente fue desactivado y puesto en desuso. Y en 1994, tras haberse ordenado su desarme, los vecinos junto con los legisladores porteños, impidieron su desaparición, reconociendo su importancia patrimonial y emblemática para el barrio.

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