Fue presentado por el espacio Basta de Asesinatos Laborales este viernes 14 de diciembre en la sede del gremio Ademys, ubicada en Solís 823.
Para este espacio, que agrupa a compañeras, compañeros y familiares de trabajadores que fallecieron en sus puestos, estas muertes se deben a la reducción de costos en salud y seguridad por parte de las empresas, la desidia en el control por parte del Estado y la complicidad de las burocracias de los sindicatos. En este sentido, aseguran que si las muertes pudieron evitarse, no son accidentes, sino asesinatos.
El espacio está integrado por organizaciones sindicales, del que participan los familiares de David Ramallo, de Brian Cantero, de Luis Pons y de Martín Pino, y de los choferes de la Línea 60, trabajadores y trabajadoras del INTA, del Belgrano Norte, del Corralón de Avellaneda, docentes, bancarios, de la Secretaría de Seguridad e Higiene del SUTNA (gremio del Neumático), del Taller de Estudios Laborales y del Colectivo de Cine Militante Silbando Bembas.
El informe anual está elaborado a partir de la recopilación de datos publicados por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), que sólo abarca a los trabajadores en blanco, sin contemplar a los no registrados; como así también de información obtenida en forma directa y a través de fuentes periodísticas.
El informe –que abarca el período entre octubre de 2017 y septiembre de 2018– constata unas 400, lo que equivale a una muerte laboral cada 20 horas.
Esta cifra alarmante sólo remite a trabajadores/as en blanco y sólo se incluyen los Accidentes en el Trabajo, no los llamados accidentes In itinere (en el viaje del hogar al trabajo, y del trabajo al hogar), que estadísticamente son de una magnitud semejante a los Accidentes en el Trabajo.
Luego de desglosar las cifras generales por rama de actividad (construcción y transporte son las más afectadas), por zonas geográficas y por franjas etarias, el informe analiza una serie de casos paradigmáticos de muertes laborales como los de Sandra y Rubén en la escuela de Moreno, los nueve trabajadores pesqueros del hundido buque Rigel en Mar del Plata, el de Mechi Cantero en la Papelera Sein, el de Brian Cantero en la papelera Aeon, el de Martín Pino en la estación Retiro, el de José Maidana en uno de los talleres del subte o el de Fabián Tomasi, muerto por la exposición a los agrotóxicos en la empresa Molina, entre otros.
Fuentes:
http://bit.ly/2STthfK
http://bit.ly/2PBefJv
http://bit.ly/2EoxB2o