Familiares y compañeros de “Los 12 de la Santa Cruz” recordarán hoy a los detenidos desaparecidos del grupo, al cumplirse el 45° aniversario de los hechos ocurridos durante la última dictadura cívico militar en esa iglesia del barrio de San Cristóbal. El acto se realizará a las 18 en Estados Unidos 3150, frente al Solar de la Memoria, ubicado en un costado de la iglesia.
El grupo
En uno de los salones de esa parroquia, se reunió periódicamente este grupo impulsado por las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga. Se les sumaron Ángela Aguad, cuyo esposo estaba detenido a disposición del Poder Ejecutivo desde el año anterior, en Chaco; Remo Berardo, cuyo hermano Amado había sido secuestrado en julio de 1977, y Julio Fondevila, que buscaba a su hijo, secuestrado en abril. Patricia Oviedo tenía 24 años y buscaba, junto con su mamá, a su hermano Pedro desde hacía un año. Horacio Elbert, que tenía 28 años, Raquel Bulit y Daniel Horane militaban en Vanguardia Comunista y se habían sumado al grupo para colaborar con su causa. También aportaban en las reuniones las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon, cuyos vínculos con organizaciones políticas y sociales perseguidas por el terrorismo de Estado y tareas en pos de la búsqueda de detenidos desaparecidos databan de hacía tiempo.
Los secuestros
Los secuestros del grupo se concretaron el 8 de diciembre, excepto el rapto de Azucena Villaflor, que ocurrió dos días después, el 10 de diciembre de 1977, cuando se completó el operativo que el grupo de tareas 3.3.2 de la ESMA había iniciado dos días antes con la detención forzada de siete personas que se reunían en la iglesia.
Azucena no había estado el 8 de diciembre en la parroquia porque se encontraba preparando una solicitada con los nombres de los detenidos-desaparecidos por la dictadura.
Los genocidas contaron con la información que brindó el represor Alfredo Astiz, quien se infiltró en ese grupo haciéndose pasar por Gustavo Niño, nombre con el cual hasta llegó a firmar aquel documento.
Villaflor fue interceptada el 10 de diciembre en las inmediaciones de su casa en la calle Cramer -renombrada actualmente Azucena Villaflor- de la localidad de Sarandí, en Avellaneda, cuando salía a comprar un ejemplar del diario La Nación que había publicado la solicitada.
Los 12 secuestrados fueron trasladados al centro clandestino de detención que funcionó en la exESMA. Se pudo reconstruir que el grupo permaneció alrededor de una semana en el centro clandestino, antes de ser incluido en vuelos de la muerte.
En 1977, en las aguas de la Costa atlántica, aparecieron cinco cuerpos que luego fueron sepultados como NN en el cementerio de General Lavalle, hasta que en 2005 esos restos fueron identificados y recuperados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Mediante la realización de análisis genéticos, se supo que pertenecían a las Madres Villaflor, Careaga y Bianco y a las monjas Domon y Duquet. Las otras víctimas fueron Ángela Aguad, Remo Berardo, Julio Fondevila, Patricia Oviedo, Horacio Elbert, Raquel Bulit y Daniel Horane.