Los siguientes son algunos de los principales hitos histórico científicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a lo largo de sus 200 años de historia:
Premios Nobel otorgados a científicos de la UBA
En 1947, Bernardo Houssay, farmacéutico y médico egresado, recibe el primer Nobel de Medicina otorgado a un latinoamericano. La Academia Nacional de Ciencias de Suecia lo galardonó debido a sus trabajos efectuados entre 1924 y 1932 en el Instituto de Fisiología de la UBA, que lo llevaron a descubrir el rol de la hipófisis en el metabolismo de los carbohidratos y su relación con la diabetes. Además, en su honor, en la Argentina cada 10 de abril se celebra el Día del Investigador Científico.
En 1970, Federico Leloir, médico de la UBA, recibe el Premio Nobel de Química por haber descubierto cómo se fabrican los azúcares en los seres vivos.
Discípulo de Houssay, desarrolló sus trabajos junto a un equipo de investigadores entre 1946 y 1950 en la Fundación Campomar. Leloir descubrió la participación de los nucleótidos-azúcares en el metabolismo de los carbohidratos.
En 1984, Cesar Milstein, químico de UBA, fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina, compartido con el alemán George J. Köhler y el danés Niels K.Jerne, por sus trabajos sobre inmunología y anticuerpos monoclonales, cruciales en el tratamiento de las enfermedades cancerosas; el síndrome de inmunológico adquirido en el trasplante de órganos.
Primeros graduados y graduadas que marcaron precedentes
En 1870, Luis Huergo fue el primer ingeniero de la Argentina recibido en la UBA y primer presidente de la Sociedad Científica Argentina. Veinticinco años después de su graduación, el Centro Argentino de Ingenieros acordó establecer el 6 de junio como el nacimiento de la ingeniería en Argentina.
En 1885, Elida Passo, farmacéutica de la UBA, fue la primera mujer argentina que egresó de una carrera universitaria en la UBA.
En 1889, Cecilia Grierson fue la primera graduada de la Facultad de Ciencias Médicas, y llegó a ser ayudante del Laboratorio de Histología.
Acontecimientos y descubrimientos desarrollados por graduados de la UBA
En 1899, por primera vez se filma una cirugía. Fue en el Hospital de Clínicas y se observa al doctor Alejandro Posadas operando con luz natural.
En 1914, Luis Agote, médico de la UBA, logró el 9 de noviembre la primera transfusión sanguínea y así nació la profesión médica del técnico en hemoterapia, quien separa plaquetas, glóbulos y plasmas sanguíneos aplicando la técnica de aféresis. El método Agote también hizo nacer los bancos de sangre, para que pudieran estar disponibles a futuro. Cabe destacar que Agote nunca registró su descubrimiento. El sistema de transfusión sanguínea fue un avance histórico para la medicina, hasta ese momento, la transfusión existía, pero de forma muy rudimentaria.
En 1922, se crea el Instituto de Medicina Experimental para el Estudio y Tratamiento del Cáncer, dirigido por Angel H. Roffo, médico de la UBA. En 1936 Roffo publicó “El tabaco como cancerígeno”, el primer artículo científico argentino sobre el tema.
En 1957, se crea el Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari, dirigido por Alfredo Lanari, médico de la UBA. Allí se realizó, también ese año, el primer trasplante renal, casi en simultáneo con los Estados Unidos. Y funcionó el primer riñón artificial del país en un hospital público en 1958.
En 1961, se crea Clementina, la primera computadora en la Argentina, en el Instituto de Cálculo. El matemático y físico Manuel Sadosky, considerado el “padre de la computación” en Argentina, inaugura este centro en donde muchos grupos se dedicaron a investigar temas de matemática aplicada.
En 2011, se descubrió el titanosaurio más grande del mundo en la provincia del Chubut. Del equipo formó parte Diego Pol, egresado UBA.
En 2016 en el Hospital de Pediatría Garrahan se realizó el primer trasplante de corazón no compatible a una beba de 7 meses. El procedimiento fue encabezado por Horacio Vogelfang, egresado de la UBA.
En 2016, por sus investigaciones sobre los mecanismos moleculares del virus del dengue con el fin último de encontrar métodos de controlar las infecciones, ya sea por vacunas o por un antiviral, Andrea Gamarnik, doctora en Farmacia y Bioquímica de la UBA, recibe el Premio internacional L’Oréal-Unesco Por las Mujeres en la Ciencia.
Fuente: Agencian Télam.