Uno de los internos de los talleres del Hospital neuropsiquiátrico José Borda, busca sus trabajos, acompañado por su terapeuta tras los destrozos provocados por las topadoras enviados por le gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Foto: Alejandro Amdan/Télam
“Los pacientes estamos más damnificados, todo esto es muy pesado”, aseguró uno de los internados en el Hospital Borda, sentado en el jardín frente a los restos del taller de aprendizaje de oficios que destruyeron las topadoras por orden del gobierno porteño, en medio de una salvaje represión de la Policía Metropolitana.
Cristian, paciente del hospital e integrante de la radio del nosocomio, La Colifata, aseguró a Télam que “esto fue un desastre, es muy pesado para nosotros, hay gente que hoy no quiere levantarse de la cama”.
“Muchos están desganados, sin voluntad, con miedo por lo que pasó y por lo que pueda pasar”, añadió tras enfatizar que “lo que pasó ayer fue una brutalidad contra nuestros derechos humanos”.
Contó que ayer estaba en el hospital, y cuando fue a almorzar “escuché los tiros, y no entendía nada, y yo estoy internado, estresado”, dijo mientras pedía fuego para encender su cigarrillo, y miraba a un grupo del Frente de Artistas del Borda que realizaban un taller de mimo con pacientes, en el mismo lugar en que ayer se desató la represión de la Metropolitana.
En tanto Gabriel, un joven de 36 años que fue paciente del hospital, se acercó hoy al establecimiento para expresar que “a mí el Borda me dio todo”, tras enfatizar que “lo que pasó ayer fue un acto criminal, con esto se le cayó la máscara al gobierno de la ciudad”.
“Yo fui paciente del Borda -contó- con diagnóstico de esquizofrenia, y ahora estoy recuperado, estuve en los talleres protegidos, ahí conocí a mi señora y ahora trabajo de florista”.
En este sentido, Gabriel dijo que “el hospital cumple una función como si fuera tu casa y te da una contención durante la internación y después salís a la calle con un oficio”.
Por su parte, Oscar, un paciente externo de 28 años que estuvo anteriormente internado y que participa del Frente de Artistas, “ayer recuperamos el predio que nos quisieron sacar, pero tenemos que organizarnos”.
Precisó que “tenemos que hacer festivales y demostrar que éste es un lugar creativo, que no está perdido”, e hizo alusión a los hechos producidos en “la Sala Alberdi y Parque Centenario”, donde también hubo un fuerte rechazo a las medidas del gobierno porteño.
Oscar contó que “ayer me hirieron con dos balas de goma en la espalda, que duelen y arden, y esto que me hicieron en la cara”, y señaló el ojo izquierdo hinchado y rojo que lo tenía medio tapado con su gorra.
“Y me llevaron a donde estaban los enfermeros para limpiarme y curarme, pero por suerte son heridas leves”, agregó.
Dijo que “a la noche tiramos esas chapas” que pusieron quienes destruyeron ayer el taller protegido para cubrir y demarcar el predio, pero hoy estaban en el piso como una de las expresiones del rechazo a la intención de las autoridades porteñas de apropiarse del lugar para levantar una obra inmobiliaria. (Télam)