La FM Riachuelo de la Organización Social y Política Los Pibes dio cuenta de la “gran conmoción entre los habitantes del barrio de La Boca que ha causado la liberación del criminal Juan Carlos Duarte, alias Colchón, que fuera sentenciado a 18 años de prisión por el asesinato del militante popular Martín Oso Cisneros. Al recobrar su libertad Duarte decidió volver a afincarse en el barrio, de La Boca, donde había cometido el asesinato, a pocos metros del lugar donde había ejecutado el delito, lo que parecería un gesto simbólico hacia el barrio y los militantes de la Organización Social y Política Los Pibes, cuyo referente fue objeto de su acto criminal. Lito Borello, coordinador nacional de la O.S.y P. Los Pibes expresó su preocupación por esta presencia, por lo que significa para el barrio y la organización, al mismo tiempo que hizo conocer las amenazas de venganza que el criminal está haciendo correr por el barrio. Numerosos referentes de organizaciones sociales y políticas se hicieron presentes para hacer llegar su solidaridad y presencia frente a la gravedad del hecho, por lo que significa para el conjunto de las organizaciones y el barrio, en el contexto político actual de amenazas a referentes y luchadores sociales”.
El asesinato de Martín Cisneros, en junio de 2004, por un delincuente con captura recomendada pero que, sin embargo, circulaba libremente por el barrio, produjo un estallido popular. En esa trágica jornada, la indignación de los compañeros de Cisneros desembocó en el ingreso masivo a la seccional 24 de la Policía Federal. Exigían la detención del asesino Juan Carlos Duarte.
El hecho fue rotulado por la prensa de derecha como “la toma de la Comisaría 24” dando por ciertos destrozos y la desaparición de un cuadro de Quinquela Martín.
Por ese hecho se abrió una causa cuya única novedad consistió en eximir de responsabilidades al Comisario Cayetano Vicente Greco, a la sazón titular de la dependencia.
Juan Carlos Duarte –quien vivía con su madre frente a la casa del Oso– en la noche del 25 de junio de 2004 cruzó la calle en compañía de un menor. Ambos le habrían disparado a Cisneros a quemarropa desde la ventana, dándose de inmediato a la fuga. Fue entonces que los indignados vecinos y compañeros de Cisneros fueron a la seccional y ante la falta de acción policial terminaron tomando la comisaría. En el hecho participó Luís D’Elia, por entonces subsecretario de Tierras para el Hábitat Social en el Gobierno de Néstor Kirchner.
El delincuente tenía tres pedidos de captura, uno en Lomas de Zamora por robo a mano armada y otros dos en Capital radicados en la misma comisaría 24, uno por lesiones graves y otro por violación. El comisario Grecco lo caracterizaba como “un humilde remisero” de La Boca.
El juicio oral contra Duarte y el menor tuvo sentencia el 5 de julio de 2006. Duarte fue condenado a 18 años de cárcel, de los cuales dos corresponden a otra causa. El cómplice de Duarte fue acusado sólo de portación de armas. El Tribunal ordenó su reclusión en un instituto de menores hasta que cumpliera 18 años, luego de lo cual debería decidir si lo dejaba en libertad o lo recluía en una cárcel común.
La noche del crimen, Martín Cisneros ultimaba los preparativos para volver al día siguiente con sus compañeros del Comedor Los Pibes al puente Pueyrredón al cumplirse el segundo aniversario del asesinato de otros dos militantes sociales: Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Con igual lógica a la que esgrimen los familiares de Maxi y Dario en esa causa, los compañeros de Cisneros pidieron se investigue a quienes hicieron posible el desenlace. Apuntaron en ese sentido a la connivencia policial que liberó la zona, sin cuyo aval –sostuvieron– el sicario que lo ejecutó no hubiera podido actuar.
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