En la sesión del jueves 9 la Legislatura porteña sancionó la ley, que pasó previamente por Audiencia Pública, después de su aprobación inicial. Se trata de un proyecto de la Jefatura de Gobierno, con despacho de la Comisión de Planeamiento Urbano, que autoriza la apertura de una calle y dispone las nuevas zonificaciones catastrales correspondientes.
Los terrenos están emplazados sobre la avenida Piedra Buena, casi en su intersección con avenida Eva Perón. El predio que actualmente ocupa la mole de cemento popularmente conocida como el “Elefante Blanco”, en la ex Villa 15 o “Ciudad Oculta” de Lugano -Comuna 8, lindante con el barrio de Mataderos, tiene una superficie de más de dos hectáreas en el lugar que históricamente estuvo destinado al Instituto de la Tuberculosis, obra proyectada en el año 1923, comenzada en 1938 y paralizada a los pocos años. Luego, el gobierno peronista (1946-55) planificó usar esa estructura edilicia para hacer el más grande hospital de niños, pero la obra también quedó trunca.
Con el paso del tiempo, la construcción fue ocupada por personas y familias indigentes y pasó a ser un asentamiento precario, con altos riesgos por la contaminación del lugar, el deterioro de los materiales, el hacinamiento y otras condiciones indignas de habitabilidad.
Los vecinos del lugar participarán en “mesas de trabajo” para estar al tanto de las obras de urbanización y mejoras de la Villa 15, así como los moradores que deban dejar el lugar que hoy habitan precariamente fueron censados y están recibiendo subsidios para acceder a soluciones habitacionales.
Se estableció que el terreno que engloba las dos parcelas afectadas será destinado hasta un 40 por ciento a edificación y el 60 por ciento restante será espacio libre de construcciones. De aquel 40% edificable, la mitad podrá alcanzar una altura máxima de 22 metros para el futuro ministerio y la superficie restante podrá alcanzar una altura máxima de 7 metros, para “equipamiento comunitario”.
Durante la reciente Audiencia Pública, un defensor público del fuero Contencioso Administrativo, explicó que hasta julio último, según los censos realizados, vivían en el “elefante blanco” 163 familias compuestas por 575 personas. Esos números se han reducido a la fecha actual porque varios habitantes aceptaron subsidios del Gobierno de la Ciudad, desalojar voluntariamente el lugar y mudarse.
Tras la Audiencia Pública y en respuesta a los reclamos de los habitantes del lugar y organizaciones barriales, se agregó un nuevo artículo a la ley, cuyo texto dispone que “el proceso de obras y mejoras que se realicen en el barrio deberá exponerse y trabajarse en mesas participativas de las que formarán parte el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat o el organismo que lleve a cabo dichas obras de urbanización”.
“Deberá convocar a los vecinos del barrio –se agrega- para que formen parte de las mesas participativas, explicando en detalle las tareas a realizar con sus correspondientes plazos de cumplimiento y documentando dicha participación vecinal en actos suscriptas por todos los asistentes a la mesa”.