La Argentina enfrenta un brote sin precedentes de dengue, con más de 120 mil casos en todo el país y 79 fallecimientos registrados. La Ciudad de Buenos Aires se encuentra especialmente afectada, con récords de casos y largas colas en los hospitales públicos.
En las guardias de los hospitales públicos porteños, la mayoría de las consultas son por síntomas de dengue, realizándose pruebas de PCR y de sangre para confirmar el diagnóstico. Se indican alertas y controles cada 48 horas.
Aunque la vacuna no está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación, la Organización Mundial de la Salud recomienda su aplicación en zonas de alta circulación del virus, como el norte argentino. A pesar de ello, no se contempla su inclusión obligatoria por parte del gobierno.
Su precio en laboratorios privados es de $71.293 para cada una de las dos dosis que requiere el tratamiento.
Los síntomas del dengue incluyen dolor de cabeza, muscular y articular, náuseas, vómitos, fatiga, manchas en la piel y sangrado. En la Ciudad de Buenos Aires, las personas acuden a las guardias hospitalarias principalmente por fiebre alta y dolor corporal intenso.
El Ministerio de Salud de la Ciudad trata a quienes presentan síntomas compatibles como casos sospechosos, realizándoles pruebas de sangre y PCR, con seguimiento y controles periódicos. A pesar de los esfuerzos, el 70% de los casos son asintomáticos, lo que dificulta la detección y control del virus.
Se espera que los casos continúen aumentando en las próximas semanas, especialmente en el conurbano bonaerense, debido a las recientes lluvias que propician la reproducción del mosquito transmisor. La variante DEN-2 del virus, más agresiva que la previamente predominante DEN-1, está causando cuadros más graves en la población.
“En estos días, después de tanta lluvia, vamos a tener muchas larvas”, advirtió Quirós, quien sugirió: “Den vuelta cuanto cacharro tengan, no guarden plantas que tengan agua. Nunca agua libre en un pote. Revisemos uno a uno los lugares en que se acumula agua”.
En esa línea el médico sanitarista dijo que al mosquito Aedes “se lo llama mascota porque no vive en la plaza, en el espacio público. Ese es otro. El que contagia la enfermedad es mascota, vive alrededor nuestro, en la casa, en el trabajo, en donde hay muchos seres humanos, mucho tiempo, en el día”, destacó.
El ministro de Salud de Nación, Mario Russo, convocó a sus pares provinciales para una reunión el lunes, con el objetivo de coordinar una estrategia contra el mosquito.