(Por Iván Hojman) A 50 años de la primera conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, especialistas advirtieron que el planeta se encuentra en un “colapso ecológico” debido al aumento de la temperatura global, la pérdida de biodiversidad y la contaminación plástica, entre otras problemáticas, y reconocieron que todavía “queda una ventana de oportunidad” gracias a la mayor conciencia social que se generó en el último tiempo sobre la cuestión ambiental.
El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por Naciones Unidas en 1972 luego de la Conferencia sobre el Medio Ambiente Humano en Estocolmo, Suecia, que fue un punto de inflexión en la política internacional ya que se reconoció la problemática ambiental como un eje central de las discusiones multilaterales y se instó a los estados a tomar medidas para frenar la degradación que producía la actividad humana sobre la naturaleza.
“A 50 años, no hay nada que festejar, vivimos en una época de colapso ecológico con eventos climáticos extremos a nivel local y global. El cambio climático ya es una realidad”, dijo a Télam Enrique Viale, abogado ambientalista y autor del libro “El colapso ecológico ya llegó. Una brújula para salir del mal desarrollo”.
“Los líderes del mundo empezaron a reconocer lo que estaba pasando en el planeta, pero la situación se ha agravado en los últimos 30 años y estamos muy cerca del punto de no retorno”, advirtió Viale.
En el Día Mundial del Medio Ambiente de este año, Naciones Unidas eligió alertar al mundo sobre la contaminación por plásticos, ya que más de 400 millones de toneladas de plástico se producen en el mundo cada año, de los cuales la mitad se conciben para una vida útil de un solo uso.
Según las estimaciones, menos del 10% se recicla y se calcula que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares.
Asimismo, los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire, advirtieron desde el organismo.
“Este Día del Medio Ambiente nos encuentra con emergencia climática, a pesar de los esfuerzos de los organismos multilaterales, los científicos y la política. El escenario no es auspicioso porque la emisión de gases de efecto invernadero sigue incrementando y los impactos y las pérdidas asociadas también”, aseguró Pilar Bueno, subsecretaria de Cambio Climático y Transición Ecológica Justa de Rosario e investigadora del Conicet.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) informó que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se han incrementado desde la era preindustrial un 70% entre 1970 y 2004.
“Argentina está dentro de los primeros 25 países más emisores a nivel global, la acción de mitigación todavía no es suficiente, no tenemos una hoja de ruta para dejar los combustibles fósiles aunque hemos dado pasos muy importantes en materia climática”, aseveró Bueno.
La temperatura media de la Tierra es ahora 1,1 °C más elevada que a finales del siglo XIX y los 10 años más cálidos registrados en todo el mundo han ocurrido desde 2005, según el IPCC.
“El cambio climático refiere a transformaciones a largo plazo, hay actividades que han alcanzado el pico y han empezado a bajar el nivel de emisiones pero no es suficiente, tenemos una ventana de oportunidad muy corta para reducir al 70% las emisiones para 2050”, explicó Bueno y aseguró que sin las medidas de mitigación que se están implementando en el mundo “ya habríamos llegado a los puntos de quiebre”.
La semana pasada, un investigación internacional publicada en la revista Nature aseguró que la humanidad ya transgredió los límites para un planeta “seguro y justo” en relación al aumento de la temperatura global, el uso del agua dulce, la conservación de la naturaleza y contaminación del aire.
“Hay que repensar el modelo extractivista, sobre todo en Argentina y nuestra región donde hoy en día se habla de un nuevo concepto de transición energética a partir del litio y el gas pero no es la nuestra, es de los países del Norte”, aseveró Viale y llamó a hacer un “cambio radical” para evitar el colapso climático.
“Tenemos que hacer un cambio radical para no hablar de esto mismo en los próximos 50 años. Si cada persona del mundo consumiera como un estadounidense promedio se necesitarían 6 planetas, por lo cual los propios sistemas de consumo que nos ponen como modelo son imposibles de realizar”, resaltó el abogado.
“Estamos en un punto de quiebre, no hay más tiempo, ya perdimos el tiempo de dilación. En 50 años, o nos encuentra adaptados y más resilientes a partir de cambios muy fuertes al llegar a ser carbono neutral o sino vamos a un escenario de desgaste. La ciencia es muy clara, está en nosotros en cada elección elegir qué queremos”, afirmó Bueno.