Prensa Comedor Los Pibes
En las últimas horas nos hemos enterado que la “justicia” ha decidido confirmar el desalojo contra la sede de nuestra organización, el Centro Comunitario Comedor “Los Pibes” ubicada en la Av. Suárez 421, La Boca, a metros de la Av. Alte. Brown. Esta decisión se tomó a pesar de las conversaciones que se mantienen desde hace meses con los dueños del edificio para la compra del mismo, conversaciones de buen entendimiento de las que la “justicia” no es ajena, ni desconoce (la causa es la nº 52602/2007, radicada en el juzgado Nacional de 1º instancia Civil nº 68, de la Dra. Silvia Tanzi). Es por esto que no deja de llamarnos la atención este desenlace que se avecina. Sin embargo no nos cuesta entenderlo en el marco político de una ciudad gobernada por el mayor exponente de la derecha. Los sectores populares sabemos cuando el diablo mete la cola. Así, de un momento a otro, nos puede llegar el mandamiento y la fuerza pública nos puede obligar a abandonar nuestros lugares de trabajo. Como dicen: estamos en “tiempo de descuento”.
Un poco de Historia
En el año 2004, nuestra organización decidió apostar a la construcción de trabajo genuino dentro de la economía social. Ahí se nos abrían dos alternativas: O tomar algún galpón abandonado, de los tantos que dejó el neoliberalismo en nuestros barrios, o tomar la arriesgada decisión de alquilar algún sitio donde empezar a construir ese proyecto.
Conseguir el lugar fue una tarea que encabezó Martín el “Oso” Cisneros, al frente de la flamante área de Economía Popular del Comedor. Luego de poca búsqueda, pues en esos años no eran muchos los que estaban decididos a “invertir en el País”, encontramos la vieja fábrica abandonada de motores navales.
La negociación del alquiler con los dueños, Ariel Benzacar y Daniel Oks, fue simple; obvio que preferían un alquiler a una organización social, a un precio razonable, antes de seguir con el lugar vacío y con el riesgo permanente de que se los ocuparan. Aunque además mucho no podían negociar pues el estado en que se encontraba la fábrica, luego de casi veinte años de abandono, era deplorable. Sin luz, gas, ni teléfono habilitados. Hasta el primer día debimos entrar con linternas y esquivando roedores de todos los tamaños y pelajes.
Es así que, nada menos que el Primero de Mayo de ese año, en una Asamblea del Comedor, abrimos las puertas de lo que desde ese momento sería la “Unidad de Producción Social” (UPS) o “la fábrica” como le decimos entre los compañeros.
Los cuatro años siguientes fueron de intenso trabajo, de recuperación de un lugar para la comunidad y de la dignidad para las familias.
Durante años el Comedor cumplió a rajatabla su palabra, pagando mes a mes las cuotas con el aporte de los compañeros. Desde un primer momento le acercamos a los dueños nuestra intención de comprar el lugar. Cuando se acercaba el término del contrato original, los dueños decidieron, aprovechándose del repunte productivo, cuadruplicar el alquiler, por lo que entonces volvimos a activar las conversaciones para la compra del mismo.
Pero ¿Qué hacían los “piqueteros” del Comedor Los Pibes cuando no estaban en la calle?
Allí pudimos desarrollar el Área de Política Alimentaria, proveyendo entre el 75% y el 90% de los alimentos que consumen nuestras familias a través de la Distribución Autogestiva; brindando merienda a los pibes con el pan amasado en nuestra panadería y los alfajores y pasta frolas que elaboraba el emprendimiento de galletitas, y alimentando a nuestros trabajadores en el buffet de fábrica. Somos parte del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que en nuestro país está bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. También integramos el Programa de Apoyo a Grupos Comunitarios de la Secretaría de Desarrollo Social del GCBA.
Allí también fundamos la Cooperativa de Trabajo Federal Los Pibes, que todos los días confecciona, entre otros productos, guardapolvos escolares para que el Ministerio de Desarrollo Social asista a las familias más humildes a lo largo y ancho del País y permitió formar en oficios y forjar fuentes de trabajo en forma autogestionaria a numerosos compañeros. También estampa en serigrafía y plano-graf las imágenes necesarias para agregar valor a los productos terminados.
Entre esas paredes se inició la Co.Vi.L.Pi., nuestra primer Cooperativa de Vivienda por Autogestión y Ayuda Mutua que, dirigida técnicamente por el arquitecto y Decano de la FADU-UBA Jaime Sorín, hoy se encuentra en plena construcción de viviendas dignas para treinta y tres familias de la organización (una de las pocas cooperativas que lograron resistir los recortes del macrismo y han podido continuar la construcción).
También en la UPS nació el Movimiento de Madres en Lucha, el cual hace dos años viene combatiendo en los barrios contra el proyecto de muerte del Paco (Pasta Base de Cocaína) y peleando por políticas públicas contra el Riesgo Social. En esta sede la compañera Cristina Fernández, antes de ser elegida presidenta de todos los argentinos, se reunió con los distintos grupos de madres contra el paco, caracterizando este veneno como “una droga de exterminio de nuestra juventud”.
En este relato no podemos dejar de contar que además funciona el programa de apoyo escolar Zona de Acción Prioritaria (ZAP), donde cuarenta pibes de primaria complementan su educación básica por las tardes y que está en inicio el Programa de Educación de Adultos PAEByT, que planifica para el año próximo permitirle la terminalidad de la primaria a decenas de adultos de la comunidad, todo esto dentro del espacio de la Biblioteca Popular que vigila cuidadosamente la figura de Rodolfo Walsh.
Quizás sea poco este “impacto social”… Sigamos un rato más. Las compañeras del Área de Gestión Social, colaboraron para que ya siete contingentes de Argentina viajaran a Venezuela, en el marco de la Misión Milagro Argentina, permitiéndole a más de 400 afectados de Cataratas o Pterigion recuperar la visión del mundo. También organizan operativos documentarios, de pensiones asistenciales, salidas recreativas para los pibes, jornadas de vacunación y otras yerbas.
Como sabemos que la lucha también es alegría, nuestra “fábrica” es sede del Festival Internacional de Títeres organizado por el Grupo de Teatro Catalinas Sur del cual se realizaron dos ediciones en 2006 y en 2007 y ya se está organizando la tercera edición para 2009.
Con el Grupo de Teatro Catalinas Sur también organizamos la Escuela de Circo Social, Baile, Percusión y Malabares “Arte para la Transformación”, que funciona desde noviembre de este año en la Casa de Encuentro Martín “Oso” Cisneros, nuestra última iniciativa inaugurada el pasado 25 de junio junto a Teresa Parodi, Sergio Lobo y Hugo Fernández Panconi, como un espacio para la Cultura Popular, la Comunicación Comunitaria y la Construcción de saberes.
Fortaleciendo la comprensión de la realidad, cotidianamente los compañeros del Área de Comunicación organizan videos-debate, lectura de artículos y materiales periodísticos y talleres para todos los integrantes de la organización y la comunidad en general.
Con la idea de la solidaridad y el intercambio de experiencias, funciona también una sede del proyecto “Voluntario Global”, que brinda a turistas la posibilidad de conocer una faceta de la Argentina real.
Y como también entendemos que este nuevo momento se da en toda la región, también aquí funciona la Coordinación Latinoamericana de Movimientos Territoriales Urbanos-Capítulo Argentina (CLMTU), recibiendo y articulando permanentemente con otras organizaciones populares de Nuestra Patria Grande, América Latina.
Como actores sociales que buscamos una sociedad más justa y solidaria, participamos en cuanta iniciativa barrial y local promueva el desarrollo del sur postergado de nuestra ciudad de Buenos Aires y busque incluir a todos los que las políticas neoliberales de la década del 90 tiraron por la borda.
A todas estas actividades que ya están en marcha, habría que agregarle todos los proyectos que pensamos llevar adelante desde el próximo año.
En síntesis
Contra esta fábrica cotidiana de cultura del trabajo, de recuperación de la autoestima, de construcción de un Proyecto Nacional, hoy se opone la lógica del mercado y la justicia ciega, sorda y muda.
No sería raro que de prosperar el desalojo, en unos meses más, en lugar de todas estas actividades que acabamos de enumerar nos encontremos con que la vieja fábrica se convirtió en Autoservicio.
Parece ser que los dueños de todo, también quieren apoderarse de todos nuestros sueños.
Hoy, analizándolo fríamente, nuestra Asamblea Soberana ha decidido que no está de acuerdo con este trato.
Gracias a las Madres, aprendimos que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”.
Así que ahí vamos… Si nos acompañan, fraternalmente agradecidos.