Las obras incluirán el reemplazo de calles asfaltadas por un adoquinado, el retiro de los desniveles entre la vereda y la acera, los arreglos de la fachada del Mercado de San Telmo y el edificio Otto Wulff, una ciclovía y la eliminación del paso de los colectivos por la zona.
Según informaron desde la administración porteña, los trabajos comenzaron en 2021, pero desde abril se profundizarán sobre más de 67 mil metros cuadrados de espacio público en un polígono delimitado por la Avenida de Mayo, Juan de Garay, Paseo Colón y Tacuarí, tendrán un costo 2.200 millones de pesos de todas las áreas intervinientes y finalizarán en mayo del 2023.
El plan de puesta en valor del Casco Histórico, sin embargo, recibió observaciones desde organizaciones barriales y de asociaciones de defensa del patrimonio urbano respecto de las arterias sobre las que se pondrán los adoquines y por la eliminación de los cordones de la calle.
La renovación tendrá eje en las calles Bolívar, Humberto Primo y Carlos Calvo, donde habrá tramos que serán “nivelados”, lo que implicará que se quitará el cordón y se colocarán bolardos delimitadores entre la vereda y la acera, como ya existe en la zona de la Manzana de las Luces y en la Legislatura porteña.
En esas calles, también se reemplazará el asfalto existente por adoquines de granito y granutillo, se incorporarán luminarias y se repararán las veredas dañadas.
En tanto, en Bolívar se planea ejecutar una ciclovía, mientras que Perú se convertirá en una calle de convivencia con una velocidad máxima a 10 kilómetros por hora como en el resto de las calles de microcentro porteño.
El plan prevé, además, la recuperación de la fachada del Mercado de San Telmo, un edificio construido en 1897 bajo el diseño del arquitecto Juan Buschiazzo y declarado en 2011 como Monumento Histórico Nacional.
Para ello, se firmó un convenio entre el Ministerio de Turismo nacional y el Gobierno porteño para coordinar el proyecto que logre restaurar el frente del mercado que abarca la manzana delimitada por las calles Defensa, Carlos Calvo, Bolívar y Estados Unidos.
Y en el edificio Otto Wulff, de la avenida Belgrano y Perú, construido en 1914, la obra estará a cargo de una empresa dedicada a la restauración de construcciones históricas y consistirá en la recuperación de las ocho esculturas de la fachada, los balcones y sus dos cúpulas.
En cuanto al transporte, se implementará, desde septiembre, un plan de reordenamiento de colectivos mediante el cual el recorrido de las cuatro líneas de colectivos -la 22, 24, 28 y 126- que en la actualidad circulan por las calles internas del Casco Histórico será modificado y derivados los servicios al Metrobus 9 Julio y del Bajo.
Desde la organización Casco Histórico Protege indicaron que la zona “está siendo intervenida de una manera profunda, acentuado cambios que ya se venían dando o que van a cambiar para siempre su conformación social en un auténtico shock urbano”.
“Por ser testigo de los hechos más importantes de nuestra historia, merece un tratamiento particular”, dijeron, y rechazaron la nivelación al entender que la desaparición del cordón “traerá consecuencias problemáticas porque genera desorientación a los automovilistas”.
En tanto, la asociación “Basta de Demoler” destacó que “las veredas angostas y las calles adoquinadas son elementos fundacionales de la cultura y el paisaje del Casco Histórico, heredado del pasado colonial español. El Casco Histórico no necesita transformarse, necesita mantenimiento y preservación”.
Y recordó la ley 4806, sancionada en 2013, que declaró como integrantes del Patrimonio Cultural porteño a las calles construidas con adoquinado granítico.
En ese sentido, señaló que hay un artículo que aplicable al Casco Histórico ya que establece que las calles “terciarias, adyacentes o circundantes a monumentos o lugares históricos de la Ciudad de Buenos Aires, cuyo solado se encuentre actualmente ejecutado con empedrado o adoquinado, serán mantenidas con dichos materiales a efectos de mantener la continuidad en el paisaje urbano de las arterias”.