Cartel en el Obelisco colocado por activistas de Greenpeace. El grupo de hombres y mujeres subieron hasta la cima del monumento el 30 de setiembre de 2008 para desplegar la protesta contra el Gobierno por la no implementación de la ley basura Cero
El martes último, el Gobierno de la Ciudad retiró los cargos penales que pesaban sobre los ocho activistas que escalaron el obelisco el año pasado para denunciar la falta de cumplimiento de la Ley Basura Cero.
“Por absurdo que haya sido el proceso al que fueron sometidos, fue muy duro para nuestros activistas oír que el mismo gobierno que no cumple la ley y envenena a nuestra gente, los acusaba injustamente de cargos que podrían llevarlos a una condena de cuatro años de prisión” sostiene un comunicado de la organización ambientalista recibida en este medio.
Los ocho jóvenes activistas de Greenpeace procesados, tres mujeres y cinco hombres de entre 20 y 43 años, estaban acusados de “violación de domicilio” y “daño agravado“, en el marco de una demanda impulsada por el Ministerio Público porteño yque podría desembocar en una condena de prisión efectiva de cuatro años para todos los imputados.
Greenpeace atribuye la decisión del gobierno de la Ciudad a los 35 mil mensajes enviados por personas que pidieron la libertad de los procesados con prisión preventiva.
La jueza interviniente aceptó el acuerdo entre la fiscal y los acusados, para cambiar la carátula de la demanda. Así “violación de domicilio” y “daño agravado” se convirtieron en “ingresar en un lugar público contra la voluntad de quien tiene el derecho de admisión”, una falta contravencional. La pena impuesta es de trabajos comunitarios durante cinco días. Consistirán en participar de “una campaña de concientización sobre la importancia de la separación en origen de los residuos domiciliarios”, según el fallo de la jueza María Laura Martínez Vega. La campaña se desarrollará en charlas con los vecinos en determinados CGP y en un video a cargo de Greenpeace.
Los activistas “tomaron el riesgo para hacer oír un reclamo justo que el Gobierno de la Ciudad pretendía ignorar. Un reclamo que demostró ser verdadero cuando el propio Gobierno, este año, informó el aumento en la cantidad de basura que la Ciudad genera y entierra en los rellenos sanitarios del conurbano, contaminando y enfermando a miles de personas” sostiene Greenpeace.