El Papa desacredita al preservativo contra el Sida 

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En el continente desvastado por la epidemia del VIH-SIDA, Benedicto XVI volvió a pronunciarse contra el uso del preservativo para evitar el contagio por relaciones sexuales. Abogó por la abstinencia y la fidelidad señalando que el condón sólo agrava el problema.

Las reacciones entre quienes libran una lucha desigual contra la temible enfermedad, que ha terminado en África con la vida de unos 25 millones de personas desde la década de los ochenta, no se han hecho esperar. En Camerún, el primer país de la gira africana del pontífice, la asociación SunAids expresó que se sienten “incómodos por este rechazo de implicar el preservativo en la vida sexual”. El gobierno francés declaró que están preocupados por las consecuencias de las declaraciones del Papa. “Si bien no nos corresponde juzgar la doctrina de la Iglesia, estimamos que esas declaraciones ponen en peligro las políticas de salud pública y los imperativos de protección de la vida humana“,
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 22.5 millones de habitantes del África subsahariana están infectados por el VIH, un 68 por ciento del total mundial.

La postura de la Iglesia Católica sobre el tratamiento en general de la sexualidad humana es, cuanto menos, contraria al sentido común: se opone a la educación sexual en la escuela (debe tener lugar en la familia) y a cualquier barrera que impida la fecundación en el acto sexual (preservativo, por ej.), descartando incluso la planificación familiar por esa vía. Tras la aparición del VIH, esa postura no se modificó. La persistencia en el error, las absurdas recomendaciones contra natura (abstinencia) y el rechazo a las únicas herramientas que han permitido avances en la lucha contra el sida, como son la educación sexual y el uso del preservativo, constituyen crímenes de lesa humanidad.

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