Los actos oficiales por el 208º aniversario de la Revolución de Mayo se desarrollaron a la poderosa sombra de la convocatoria, en rechazo a la política económica, de los sindicatos más combativos de la CGT, la CTA de los Trabajadores, el sector de la CTA encabezado por Pablo Micheli, organismos de Derechos Humanos y movimientos sociales de izquierda bajo la consigna “La Patria está en peligro, No al FMI”, acuñada y difundida por la Asociación Argentina de Actores.
Una multitud que cubrió literalmente unas diez cuadras de la anchísima 9 de Julio, desde el Obelisco hacia el sur, respondió a la cita que contó con un espectáculo musical, una feria de la economía social y la lectura de una proclama en la que se expuso el descontento de los manifestantes con la política económica del Gobierno y, en especial, con la negociación que mantiene con el Fondo Monetario Internacional.
El día del presidente Macri comenzó oficialmente a las 9 de la mañana cuando se reunió con sus funcionarios en el salón de los Bustos de la Casa Rosada y compartió el chocolate de las fiestas patrias. De allí se desplazó a pie con su comitiva hasta la Catedral Metropolitana, donde a partir de las 10 se realizó el tradicional Tedeum, ceremonia encabezada por el arzobispo de Buenos Aires Mario Poli.
El tono del acto religioso fue, como se esperaba, crítico con la situación social: “La indiferencia de los ricos frente a los pobres no pasa inadvertida ante Dios”, señaló ácidamente Poli mediante una cita bíblica [1] en la que hace referencia a un recaudador –Zaqueo– excedido, para su provecho, en sus funciones.
Mientras la prensa multimediática oficial elegía resaltar su breve referencia al aborto como eje del discurso al señalar que se debe actuar “en defensa del inocente que no ha nacido”, omitía decir que el prelado usó el párrafo como trampolín para sostener de inmediato que “igualmente de sagrada es la vida de los pobres que han nacido”.
El arzobispo señaló igualmente que en el país no deben dominar “las fuerzas económicas, sino las espirituales”. Y, en esta línea, agregó que “en la Argentina bicentenaria no sobra nadie, ninguna persona debe ser excluida”. Exhortó a permanecer “…unidos por el bien común, y –señaló– es deber del Estado cuidar la vida” especialmente “de los pobres y marginados”.
Macri, que no las tuvo todas consigo en la ceremonia en la que tradicionalmente las autoridades nacionales deben sobrellevar las amonestaciones eclesiásticas, culminó sus reprimidos gestos con una señal de la Cruz finalizada con su dedo índice sobre la frente…
Impermeable a las observaciones críticas, tras la celebración religiosa, el jefe de Estado se dirigió a la residencia presidencial de Olivos donde compartió un locro con “la gente”, su familia, los miembros del gabinete y adherentes de un centro de jubilados de la zona.
Ante ellos, a los postres, sostuvo que “Hoy es un día para que nos reunamos y agradezcamos a Dios la Patria que tenemos”. “Todo pasa por ponernos de acuerdo, que sigamos construyendo esas bases sólidas que nos permitan crecer, no un año ni dos, sino 20 años seguidos y así derrotar definitivamente a la pobreza”. Tenemos un país en el que “hay oportunidad de progreso para todos”. “Sentimos que trabajando juntos vamos a construir realmente lo que soñamos: un gran futuro para compartir. ¡Viva la Patria!”.
Mientras tanto en la 9 de Julio bullía una multitud poca veces vista, respondiendo a una convocatoria de amplia difusión cuyo eje viralizaron por las redes sociales actores como Pablo Echarri, Rodrigo de la Serna, Paola Barrientos, Leo Sbaraglia, Rita Cortese, Gerardo Romano y Darío Grandinetti. “Vení con tu familia a cantar el Himno y a expresarnos todos juntos contra el brutal ajuste que afecta al pueblo argentino, los tarifazos y el modelo de dependencia económica que propone el gobierno. Te esperamos”.
El pueblo se hizo cargo de la consigna “La Patria está en peligro, No al FMI” y acudió masivamente al encuentro que dio comienzo, pasado el mediodía, con un festival del que fueron protagonistas prestigiosas bandas locales.
Ya pasadas las 4 de la tarde se dio lectura a la llamada “Proclama Popular del 25 de Mayo de 2018: No al FMI”, cuando los actores Paola Barrientos y Osmar Nuñez señalaron, entre otros párrafos salientes, que:
“Enfrentamos al Gobierno en las calles y también lo haremos en las urnas. Nos disponemos a formar la unidad necesaria para construir definitivamente la Patria que soñamos”.
“208 años después de la Revolución de Mayo, la patria está en peligro”.
“No al Fondo Monetario Internacional. Rechazamos los acuerdos del gobierno con el FMI, su modelo de dependencia con las grandes potencias políticas y económicas, rechazamos el endeudamiento externo, los acuerdos de libre mercado, la apertura irrestricta de las importaciones”
“Rechazamos el salvaje tarifazo. Esto condena la producción nacional, por lo que reafirmamos la necesidad de defender la producción y el desarrollo industrial de nuestra nación”.
“La reforma laboral es una medida con la que sigue amenazando el Gobierno en el Congreso”.
“Rechazamos la reforma previsional que ha licuado los ingresos de los jubilados y pensionados”.
“Rechazamos el desfinanciamiento educativo, el disciplinamiento al salario docente. Defendemos el trabajo digno, defendemos a nuestros trabajadores, a sus organizaciones gremiales, las paritarias libres”.
“Rechazamos la radicalización de las medidas de fuerza impuestas por las fuerzas de seguridad y la doctrina Chocobar”.
“Rechazamos la persecución política, y seguimos pidiendo libertad de todos los presos políticos”.
“Pedimos por la libertad de expresión en los medios de comunicación, para que las corporaciones económicas no concentren el mapa de medios en pocas manos y digiten un pensamiento único”.
Y finalizaron señalando que…
“El colonialismo neoliberal sólo puede ofrecernos un destino miserable para las mayorías populares, por lo que rechazamos el avasallamiento a los pueblos originarios. Buscamos construir mediante la unidad la patria que soñamos”.
Los dirigentes de las distintas organizaciones convocantes estuvieron sentados frente a la tarima, cercados por un vallado especial.
Las partes que llamaron a sumarse a esta convocatoria popular, cobijados por el amplio techo de rechazo a la política económica del Gobierno, mantienen distintos objetivos particulares sin desdeñar los comunes.
Desde los sindicatos, aparecen acordando propósitos comunes la CTA y CTERA, Camioneros y La Bancaria, además de Canillitas y UDOCBA, por citar algunos gremios. Representantes de esos sectores como Sergio Palazzo, Pablo Moyano, Hugo Yasky, Roberto Baradel y Sonia Alesso ya se habían reunido este 24 de mayo en la sede de los bancarios.
Bajo la amplia excusa de pulir los detalles del encuentro de hoy avanzaron sobre otras cuestiones políticas, sociales, sindicales y hasta legislativas. Entre los objetivos más ambiciosos figura la construcción de una CGT más abarcativa que contemple a los desocupados y a la CTA, por ejemplo, y seguramente, menos complaciente que la actual.
También participaron del encuentro líderes de las organizaciones sociales, como referentes de la CTEP, CCC y Barrios de Pie, de quienes su dirigente, Daniel Menéndez, explicaba “Fuimos a la reunión con Sergio Palazzo, Pablo Moyano y Hugo Yasky a plantearles una invitación a la Marcha Federal a realizarse el 28 de mayo, que va terminar el 1º de junio en el Congreso Nacional con un paquete de leyes de la agenda social”, entre las que se destacan, la Emergencia Alimentaria y la integración urbana de los barrios humildes. Señaló también que las iniciativas sociales que esperan que apruebe el Congreso cuentan con el apoyo de la Pastoral Social. Esperan una inmensa movilización para esas jornadas.
Se hizo presente, y así lo atestiguaron las transmisiones de televisión, gran cantidad de personas que respondían sólo al deseo de manifestarse de acuerdo con la consigna convocante sin ningún tipo de vinculación con agrupaciones políticas o sociales.
Durante la concentración las organizaciones sociales realizaron ollas populares alrededor del Obelisco para acompañar el acto en rechazo al FMI. “Vamos a profundizar la articulación entre todos los sectores para encontrar un freno a estas políticas económicas que se están llevando”, señaló Menéndez.
Finalmente, luego de la lectura de una interminable lista de prestigiosos adherentes a los motivos de la convocatoria, se entonó el Himno Nacional con lo que se dio por finalizada la multitudinaria concentración que se disgregó sin que se registraran incidentes de ningún tipo.
Quedó claro el espíritu popular ajeno a toda resignación sobre las políticas de ajuste. Y el “rey” se muestra cada vez más desnudo y despojado de adversarios a quien echarle la culpa de sus errores. “La pesada herencia” ya solo es la que está dejando a su sucesión.
[1]. El pasaje bíblico que recuerda el Cardenal en el Tedeum se refiere a Zaqueo, personaje que aparece en el Nuevo Testamento, en el Evangelio de Lucas, 19, 1–10, cuando Jesucristo entra en Jericó. Zaqueo era un publicano, jefe de recaudadores y muy rico. Los recaudadores trabajaban para los romanos y además pedían más dinero del que los romanos exigían haciéndose de esta manera ricos fácilmente, por lo que eran doblemente odiados.