El temor a la fiebre amarilla

Hospital Argerich: una escena que se repite diariamente, largas colas de viajeros desde muy temprano en espera de ser vacunados contra la fiebre amarilla, antes de partir a Brasil.


La Organización Mundial de la Salud recomienda la vacunación contra la fiebre amarilla para quienes viajen al territorio de los estados de San Pablo, Río de Janeiro, Minas Gerais y Espíritu Santo, una gran parte del territorio de Bahía (incluyendo la ciudad de Salvador). Y desde 2017: gran parte del territorio del Estado de Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul. La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda e infecciosa que trasmite el mosquito Aedes aegypti. el mismo cuya picadura puede provocar otras tres enfermedades: zica, dengue y chikungunya.
El balance de decesos por fiebre amarilla en Brasil desde julio de 2017 pasó de 53 a 81, con 28 muertos en la última semana (+52%), indicaron fuentes oficiales, en tanto los casos de infecciones confirmadas desde esa fecha asciende a 213, 83 de ellos desde el 23 de enero.
Brasil enfrenta el segundo brote anual consecutivo de la enfermedad, que en el primer semestre de 2017 mató a 261 personas.
La fiebre amarilla provoca fiebre, escalofríos, fatiga, dolores de cabeza y musculares, generalmente asociados con náuseas y vómitos. Los casos severos conducen a una insuficiencia renal y hepática, ictericia y hemorragia.
Como medida de contingencia, Brasil ha lanzado la campaña de vacunación contra la fiebre amarilla más grande del mundo en donde pretenden inmunizar a más de 23,8 millones de personas alrededor del país. La iniciativa cuenta además con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud. La fiebre amarilla es transmitida a los humanos por la picadura de mosquitos que antes picaron a un mono infectado. En Brasil se presenta en la modalidad de ciclo rural y está restringida a zonas boscosas, consideradas prioritarias para efectos de inmunización. La modalidad urbana se produce cuando un mosquito transmite el virus de una persona contaminada a otra sana. Pero, no hay registros de este ciclo en Brasil desde 1942, y las autoridades niegan indicios de una urbanización de la enfermedad. Sin embargo, la epidemia de 1871 afectó mayormente a los residentes de Buenos Aires.
El foco de la epidemia se desató en diciembre de 1870. Los primeros casos se detectaron en Corrientes. Los soldados que regresaban de la Guerra del Paraguay fueron los probables introductores del virus. Los primeros casos en la ciudad de Buenos Aires se detectaron el 27 de enero de 1871. Y la epidemia fue pavorosa: murieron 14 mil personas, el 8% de la población porteña.

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