En nota anterior sobre la iniciativa del Gobierno de la Ciudad de dotar a la Policía Metropolitana con pistolas Taser X 26, nos preguntamos cómo iba a ser probada el arma antes de su empleo en la calle por los efectivos de la nueva policía de la Ciudad. El cuestionamiento surge de las declaraciones del Ministro de Justicia y Seguridad
Montenegro sostuvo, por Radio Mitre, que la Ciudad adquirió para prueba “cinco pistolas con descarga eléctrica de bajo amperaje, que no pueden provocar lesión”. Se impone una pregunta de rigor: ¿Quiénes serán los sujetos de la prueba? ¿Ésta se desarrollará en condiciones reales o simuladas? ¿Será puesto a prueba el equilibrio emocional del agente encargado de disparar los dardos eléctricos, para que no abuse del recurso o su sentido de la ética a fin de que no se tiente a experimentar con algún pibe chorro preso en la seccional? Ver Polémica por la compra de pistolas Taser X 26 para la Policía Metropolitana.
La incertidumbre fue aclarada hoy por Ricardo Ragendorfer. En otros países resolvieron la cuestión de una manera sumamente efectiva (la referencia a otros países —léase Estados Unidos o Europa— es muy cara al ideario macrista, por lo que el Ministro Montenegro debería intentar copiar la solución). El periodista especializado en temas policiales reflexionó acerca del uso de la pistola Taser X 26 y sus efectos en el programa Condenados al Éxito de Radio Cooperativa.
“En otros países, por ejemplo en Francia, todo funcionario al que se le asigne una pistola Taser X26 no podrá usarla antes de que la haya probado en su propia humanidad. No sólo eso, publicamos declaraciones de un político del partido de Sarkozy quien también ha hecho, por decirlo de alguna manera, la electrizante experiencia” relata Ragendorfer. “A mi me llama mucho la atención —agrega—la liviandad con que Montenegro decía ‘No, ésto no produce lesiones’, no siendo él ni ingeniero, ni médico. En ese sentido, me pareció lo más lógico del mundo de que se les exija a los funcionarios que la experimenten en su propio cuerpo”.
—Una de las respuestas que vienen dando los funcionarios, sobre todo Montenegro y Burzaco, es que ésto es utilizado por trescientas policías alrededor del mundo ¿No lo ponen en correlato con alguna cosa más, por ejemplo, si antes se usaba más o es algo que viene creciendo?
— Una cosa es tenerla y otra cosa es usarla. En los países donde se ha usado, los resultados han sido bastante trágicos. En Canadá hubo una investigación judicial a raíz de unas veintiséis muertes por el uso de estas armas y en Estados Unidos alrededor de cuatrocientos casos de muerte. Por otra parte, cabe destacar que estas armas son utilizadas por lo general contra gente muy peligrosa y en situaciones muy críticas y por cuerpos de policía de élite. Pero más allá de la peligrosidad del arma en sí, está el siguiente problema: la Policía Metropolitana no es una fuerza de élite, sino una fuerza organizada para intervenir en delitos menores y en contravenciones. Esas armas no van a ser usadas contra delincuentes peligrosos porque los delincuentes peligrosos no están dentro del target de gente con la cual se tenga que enfrentar la Policía Metropolitana. Se va a terminar usándola contra vendedores ambulantes, indigentes, algún ebrio que altere el orden público o contra algún insano …
—O manifestantes…
—O manifestantes, exacto.
—A veces con respuestas muy pueriles y extremando el eufemismo, algunos funcionarios del Gobierno de la Ciudad, intentan suavizar el sentido lamentablemente profundo que tienen algunas de sus decisiones. Queda claro, entonces, que no se trata de un Magiclick.
—De ninguna manera. Si no producen una tragedia en el momento de ser utilizadas, traen secuelas bastante importantes a la salud. En Canadá un informe aconseja llevar un desfribilador en casos de que se tenga que usar para restablecer la frecuencia cardíaca tras el disparo del arma. Es un adminículo que, si se usa, alguna tragedia va a causar. La misma firma norteamericana que produce las Taser, aconseja no tirar al pecho, aun cuando en las piernas u en otras partes del cuerpo sea menos efectiva.