DEL BLOG PASA EN BUENOS AIRES DEL GCBA
La ley del ruido, que acaba de entrar en vigencia, promete cuidar la buena audición de los porteños y controlar la contaminación sonora de la Ciudad. La norma, recién reglamentada, establece un tope de 80 decibeles para los ruidos que habitualmente alteran la paz de los vecinos.
Con la reglamentación de la llamada “ley del ruido”, los vecinos deberán respetar los límites máximos de decibeles establecidos para cada una de las cinco zonas en las que se dividió la Ciudad. La más silenciosa será el área que ocupa la Reserva ecológica, seguida por las zonas residenciales del mapa porteño. Los distritos más ruidosos serán los industriales: en ellos todavía se deberán tolerar emisiones sonoras mayores a los 70 decibeles (el máximo tolerable según la Organización Mundial de la Salud).
Para tener una idea, una conversación normal tiene 60 dBA y un avión en pleno despegue, 140.
La ley también contempla otro tipo de ruidos como los causados por las sirenas de las ambulancias, las alarmas de los autos y las obras en construcción. Por ejemplo, en el caso de las alarmas —sean de vehículos o casas— sólo podrán sonar de forma corrida un minuto y no podrán activarse más de tres veces. Las sirenas, por otro lado, tendrán un tope de 90 dBA, y deberán estar conectadas con el velocímetro: sólo cuando los vehículos circulen a más de 50 km/h podrán emitir el máximo volumen.
Los teatros, locales bailables y fábricas deberán anotarse en un registro especial que llevará el Ministerio de Medio Ambiente de la Ciudad.
Con esta ley los porteños deberán bajar el volumen. Para aquellos que no cumplan habrá multas que van de los 200 a los 50 mil pesos.
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Texto de la Ley 1540 (ley de ruido) Decreto reglamentario Las zonas más silenciosas y las más ruidosas |