(Por Romina Grosso) Al cumplirse 50 años del golpe cívico-militar contra el gobierno democrático de Salvador Allende en Chile, se realizó anoche un emotivo espectáculo audiovisual en la explanada del Centro Cultural Kirchner (CCK), donde artistas de Argentina y Chile interpretaron grandes obras de la música popular trasandina, ante un público que acompañó con banderas, velas y hasta un altar en memoria de los desaparecidos en dictadura.
Familias, jóvenes y no tan jóvenes se acercaron al complejo cultural porteño para asistir al acto del que participaron los actores chilenos Benjamín Vicuña y Patricio Contreras, y que estuvo protagonizado por intérpretes como Charo Bogarín, Luciana Jury, Lorena Astudillo, Tomi Llancafil, María Colores y Esperanza Restucci, entre más, que cantaron acompañados por una orquesta dirigida por Julián Caeiro.
“Más que una celebración esta es una fecha para recordar el bombardeo de La Moneda el 11 de septiembre de 1973; es hermoso estar en Argentina y poder disfrutar de un espectáculo tan lindo como el de esta noche”, dijo a Télam Gonzalo, un joven chileno radicado en el país desde hace 10 años.
Fotos de archivo y pasajes cinematográficos proyectados en la fachada del CCK, acompañaron en una suerte de puesta teatral o de una breve ópera a los artistas que cantaron en vivo en tres balcones del complejo, secundados por la orquesta que tocó en la Salón de Honor y a la que se pudo ver a través de imágenes proyectadas en el frente del edificio.
Benjamín Vicuña fue el encargado de abrir el acto para recodar “un día doloroso para la humanidad, odio y muerte, y el gesto épico de Salvador Allende” en el aniversario de esta trágica fecha y antes de que se escuchara el Himno Nacional argentino, con la bandera celeste y blanca de fondo.
Desde los balcones iluminados, intérpretes locales le cantaron al pueblo chileno: Flor Bobadilla y Agustín Ronconi interpretaron “Manifiesto”, Tomi Llancafil y Luz Matas, “Deja la vida volar” –ambos de Víctor Jara-. Luciana Jury entonó “En la frontera” (Isabel Parra), Lorena Astudillo y Victoria Birchner cantaron “Volver a los 17 (Violeta Parra).
Luego llegó el turno de Charo Bogarín, quien se lució y emocionó con una estremecedora versión de “Yo pisaré las calles nuevamente”, del cubano Pablo Milanés, segmento que cerró con la totalidad del elenco interpretando “Gracias a la vida”, otra emblemática canción de Violeta Parra.
El acto continuó con un mapping (técnica audiovisual que utiliza un sitio específico como pantalla de proyección gigantesca en 3D) con una breve historia visual de la lucha de la Unión Popular (principios del Siglo XX) hasta el triunfo de Allende en elecciones democráticas (1970), más imágenes de su asunción a la presidencia, un pasaje que culminó con el himno nacional chileno cantado a capella.
Muchos jóvenes envueltos en banderas tricolores de su país y adultos sentados en sillas del predio, se conmovieron al oír el último discurso de Allende en la voz de Patricio Contreras (“Acuérdense de mí”, fue de una de las frases que se subrayó y resonó en los presentes), con el sonido de las bombas de los aviones golpistas, las imágenes de La Moneda incendiándose y las del mismo presidente despidiéndose.
“Es muy emocionante para nosotros, los que vivimos en mi país, Chile, en aquel entonces, porque hubo más de 3000 muertos y se tuvieron que exiliar muchísimas personas; después de 17 años de dictadura llegó la democracia y es importante la memoria en una noche como esta”, dijo Carmen, de 72 años,
También se proyectaron fotografías de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos durante la dictadura chilena, y luego llegó el momento del cantante y compositor chileno Manuel García interpretando “Te amaré”, a quien le siguieron en vivo, sus colegas y compatriotas Esperanza Restucci con “Remember me” (voz y laud) de Henry Purcell, María Colores con “Que pena siento en el alma” (de Parra), Mauricio Redolés en un recitado, y Contreras interpretando la letra de “Los dinosaurios” de Charly García.
Para el cierre de la noche se escucharon las voces de niños y niñas argentinos y chilenos acompañando coloridos dibujos suyos, en los que expresaron cómo sueñan el futuro de ambos países hermanos, y con esas imágenes de fondo todos los artistas cantaron “Quien dijo que todo está perdido”, de Fito Páez.