EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES BENITO QUINQUELA MARTÍN “UN PRÍNCIPE EN LA REPÚBLICA DE LA BOCA”
La muestra se inaugura el viernes 11 de octubre a las 13 hs. en Sala Lázzari, Av. Don Pedro de Mendoza 1835 y podrá ser visitada hasta el 7 de diciembre.
La atractiva propuesta del Museo con la Fundación OSDE invita a visitar un recorrido por las obras del reconocido artista como también dibujos, documentos y objetos personales que se presentan por primera vez al público. Se trata de objetos que formaron parte de sus naturalezas muertas, libros de cabecera e imágenes de santos que reflejan el fervor religioso de Miguel Carlos Victorica. Así como los sumarios apuntes realizados a lápiz o carbón, configuran un conjunto de “instantáneas” capaces de graficar la biografía del artista, y las íntimas pulsiones a partir de las cuales construía su tan particular modo de ver el mundo, es decir, su obra.
Victorica fue un artista de gran oficio, que comenzó a recibir lecciones de pintura a edad muy temprana. Más adelante estudió en la Academia de la Asociación Estímulo de Bellas Artes, donde tuvo como mentores a De la Cárcova, Sívori, Della Valle, Giudice, entre otros. Gracias a una beca, continuó sus estudios en Europa y allí completó su formación, alternando las lecciones en el taller de Desiré Lucas con visitas a los grandes museos.
Una vez de regreso a la Argentina iba a seguir sus propios caminos. Ya no habría huellas para continuar sino horizontes por explorar. Su producción, siempre figurativa, se ajustará a los géneros tradicionales: retratos, paisajes, naturalezas muertas, desnudos y temas religiosos. Su originalidad radicará menos en el “qué” pinta, que en el “cómo” lo pinta. No habrá soluciones o recetas uniformes; era su inspiración, pero siempre acompañada por su oficio, que le permitía abordar con igual eficacia los rumbos que sus búsquedas le dictaban.
Miguel Carlos Victorica. Autorretrato, 1936 óleo s/tela, 120 x 94 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires |