El 24 de noviembre último la Legislatura de la Ciudad aprobó la ley denominada Basura Cero que prevé acciones a desarrollarse de aquí al 2020. En ese año se debería alcanzar la meta de reciclar la totalidad de los residuos urbanos domiciliarios (basura cero). Un paso en esa dirección se dará en marzo cuando comience a funcionar la planta administrada por una cooperativa de cartoneros.
En la Argentina se generaron durante el 2004, más de 12 millones de toneladas de residuos urbanos, una tendencia que va en aumento y que, según las autoridades de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, podría exceder los 15 millones de toneladas hacia el año 2025. Se sabe que los altos niveles de consumo en poblaciones urbanas con alto poder adquisitivo generan cantidades elevadas de residuos. Así por ejemplo, Buenos Aires supera en medio kilogramo por habitante a la media nacional. En la ciudad capital cada habitante produce alrededor de 1,5 kg. en tanto el promedio para todo el país sería de alrededor de 950 grs. por persona y por día. Las proyecciones pueden variar si en lugar de un desarrollo económico lineal se produjeran crisis y recesiones. Como quiera que sea, la disposición de los residuos ya es un grave problema no sólo en las grandes ciudades sino también en los pequeños municipios que en general utilizan depósitos a cielo abierto.
La ciudad de Buenos Aires está al tope del país con una generación diaria de entre 4 y 5 mil toneladas de residuos, cuya disposición final está a cargo del CEAMSE mediante el método de relleno sanitario en el conurbano bonaerense. Una parte menor de ese total es reciclado por empresas con diferentes insumos, en parte aportados por los cartoneros (papeles y cartones y en menor escala vidrio, plástico y metales). La meta de una separación total de la basura en domicilio está aun muy lejana ya que existe una muy baja concienca ambiental en la población que —sin embargo— se manifiesta favorablemente acerca de la separación de los residuos.
El proyecto de reciclado y minimización de residuos —llamado Basura Cero— prevé la implementación de acciones que harían disminuir en 2012 en un 50% la cantidad de basura aprovechable y reciclable que se envía hoy día a los rellenos sanitarios y en un 75% en 2017, en tanto para el 2020 la normativa prohíbe la disposición final de todo material reciclable y reutilizable o sea “basura cero”.
En flores una Cooperativa de cartoneros manejará la primer planta
”Pese a que la recolección de cartones y otros materiales descartables nació en Buenos Aires como una actividad informal, a la que se volcaron principalmente las familias sin ingresos, ya funcionan en la ciudad cinco cooperativas de recuperadores: a la pionera, El Ceibo, cuya base de operaciones está en Palermo, se agregaron la Cooperativa Ecológica de Reciclado del Bajo Flores (Cerbaf); El Alamo, de Villa Pueyrredón, Reciclando Sueños, de Villa Lugano y la Cooperativa del Oeste, en Villa Luro.
Justamente será la Cooperativa del Bajo Flores la encargada de administrar la primera planta separadora de materiales reciclables. Trabajarán allí 26 operarios y en los primeros meses procesarán entre 10 y 15 toneladas de residuos por día. “Allí irá el producto de la recolección diferenciada que hoy se está haciendo en edificios del gobierno porteño, torres de más de 20 pisos, hospitales, escuelas y en hoteles de la ciudad”, explica Jorge Lulo, jefe de gabinete de la subsecretaría. Hoy, por ese sistema, se recolectan unas 20 toneladas semanales.
“En la planta separadora, los camiones volcarán los residuos secos en una tolva, que desemboca en una cinta. Los operarios primero seleccionan el cartón y el papel, luego las botellas de PET (plástico) y finalmente, todos los elementos de metal”, explicó Vensentini. El trabajo no termina ahí: los materiales separados son acopiados en el galpón y de esa manera, la cooperativa tiene la posibilidad de obtener un mejor precio de venta para su producto. “Hoy, el cartonero que trabaja en forma individual, una vez que llena el carro tiene que ir a vender al precio que sea, pues lo necesita vacío para seguir trabajando”, argumentó el funcionario.” (Página 12, 18/01/2006)
Hace falta modificar el Código de Planeamiento Urbano
Uno de los problemas que enfrenta la ley Basura Cero es la falta de reforma del Código de Planeamiento Urbano. El Código vigente no permite la instalación de los denominados “centros verdes”.
Por esa razón, se incluyó en la ley una cláusula que establece que el nuevo programa entrará en vigor cuando se efectúen las modificaciones al CPU. Para que la Legislatura apruebe esos cambios, será necesaria la realización de audiencias públicas.
En ese sentido, ya fue aprobado por la Legislatura un proyecto del Ejecutivo en primera lectura y aún falta celebrar una audiencia pública para su aprobación definitiva. La Ciudad ya aprobó la construcción de dos centros verdes, uno en Retiro, que será administrado por la Cooperativa El Ceibo, y otro en la zona sur de la ciudad.