Al cumplirse 55 años de la masacre en la pizzería “La Real”, en la que hombres vinculados al vandorismo asesinaron a Domingo Blajaquis, Juan Zalazar y Rosendo García, las Juntas de Estudios Históricos de Barracas al Norte y al Sud, junto con la UTN FRA y la UNdAv, realizarán un homenaje a los militantes asesinados.
La actividad contará con la participación de Francisco Alonso (compañero de Blajaquis y Zalazar, y sobreviviente de los sucesos) y de Carlos Aznárez (militante, periodista e investigador). El encuentro se desarrollará el martes 18 de mayo, a las 17:00, a través de la plataforma Zoom (ID: 311 332 2396 – Contraseña: Mtto2020). Para participar, los interesados pueden inscribirse aquí.
Rosendo García era Secretario adjunto de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) y como tal mano derecha de Vandor a quien le estaría haciendo sombra y lo podría desplazar de la conducción de la CGT oficial. Rosendo fue muerto por su ‘propia tropa’, sin descartar que la bala asesina hubiera sido disparada por el mismo Secretario General de la CGT, Augusto Timoteo Vandor, el Lobo.
“A seis o siete metros –en el mismo salón–, varios sindicalistas y políticos tomaban whisky y charlaban. Augusto Timoteo Vandor, Rosendo García, Petracca, Valdez, Saffi, el Beto Imbelloni, Gerardi, Armando Cabo, etcétera. La trifulca comenzó a los minutos por miradas desafiantes y porque a Horacito lo apretaron en el baño unos hombres de Vandor. Los primeros puñetazos fueron entre Raimundo Villaflor y Rosendo García, y entre Rolando Villaflor y el Beto Imbelloni. Sonaron varios disparos desde la mesa de Vandor seguramente porque los invadió ese cóctel tan peligroso compuesto por el alcohol, el miedo y el odio. Un disparo partió la espalda de Rosendo García. Otros dos se metieron en los cuerpos de Blajaquis y de Juan Zalazar –38 años, cinco hijos, vivía en Wilde, casado con Juana Fernández–. Otros balazos marcaron mesas, mármoles y columna. Una más terminó en un glúteo de Saffi”. (Nota de Enrique Arrosagaray en Página 12)
Los asesinatos de “La Real” fueron investigados por Rodolfo Walsh, publicados en el periódico de la CGT de los Argentinos y luego compilados en el libro “¿Quién mató a Rosendo?”