En un depósito aún vacío, autoridades del Gobierno de la Ciudad y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, presentaron el 4 de setiembre de 2007, el Polo Terxtil ante unos 50 costureros, la mayoría de origen boliviano. Ubicado en la calle Melgar 56 a metros de Osvaldo Cruz, barrio de Barracas, sería el lugar de trabajo de unos 200 personas agrupadas en cooperativas de costureros, muchos de las cuales eran explotadas en talleres clandestinos en condiciones de servidumbre.
Este miércoles 1ro. de julio, en coincidencia con el día Internacional de los Derechos de los Trabajadores Inmigrantes, se cerró el ciclo con la inauguración formal del emprendimiento, una iniciativa conjunta entre el INTI y el gobierno porteño iniciada bajo la administración de Jorge Telerman, a través del Ministerio de Producción y la Corporación Buenos Aires Sur, con la participación de la Cooperativa La Alameda y la Unión de Trabajadores Costureros.
Cabe recordar que a partir del trágico incendio en un taller clandestino en el barrio de Caballito que terminó con la vida de seis niños y dos adultos, La Alameda y la UTC recopilaron un centenar de direcciones de talleres clandestinos en base a testimonios de los trabajadores. En mayo de 2006 los presentaron en un informe al Departamento de Asistencia a la Víctima de la Procuración General de la Nación y al Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos del GCBA.
A principios de setiembre de 2008 el Juez Federal Sergio Torres —quien entiende en una causa iniciada por la organización La Alameda— dictó una medida sin precedentes: la incautación de las máquinas y su entrega a los trabajadores y la apertura de un proceso penal al dueño de la marca, de origen coreano, y al tallerista de un taller en Parque Patricios que explotaba a unas 50 personas de ambos sexos, la mayoría bolivianos indocumentados y entre los cuales habría unos 20 menores de edad.
Las máquinas incautadas fueron entregadas por Torres a las cooperativas del Polo Textil. El juez estuvo presente en la inauguración y fue objeto de cánticos de los trabajadores que reconocen la importancia del fallo que permitió equipar con varias máquinas al Polo Textil.
En su intervención Gustavo Vera dijo: “El polo no nació de un repollo. Es producto de las luchas que fuimos dando. Pasó más de un año y medio para que Corporación del Sur lograra equipar el polo y su habilitación. A la par, el escrache a la fábrica del coreano que tenía a treinta compañeros esclavizados y los abogados que no cobraron un peso y siguieron la causa en la que Torres dio un fallo histórico. Gracias a la movilización, la organización de los costureros, el aporte militante de los abogados y el apoyo de los cartoneros es que logramos la planta que hoy inauguramos. Para que no haya ni esclavos, ni excluidos”