Nueve organizaciones de inquilinos de diferentes puntos del país emitieron un comunicado en el que manifestaron “su preocupación” ante los resultados de las elecciones presidenciales del último domingo.
“Es importante -sostienen- empezar a llamar a las cosas por su nombre y poner un manto de verdad ante la renovada ola amarilla que inunda los medios de comunicación concentrados, que intentan ocultar quién es y qué hizo realmente el candidato a presidente Mauricio Macri”.
En el texto describieron los aspectos más deficitarios de la política de vivienda de Macri en la Ciudad:
A principios de éste año, Mauricio Macri lanzó una campaña publicitaria nacional del “Alquilar se puede”, un programa a través del cual el Banco Ciudad otorga garantías y préstamos a inquilinos porteños. A pesar de haber gastado 80 millones de pesos en publicidad, sólo 10 familias -de las 15.000 inscritas- accedieron al plan. Fue una estafa, una mentira. Un movimiento de campaña que engañó a los votantes e ilusionó a los inquilinos de todo el país con un programa inútil.
Aunque la población de la Ciudad de Buenos Aires no crece desde 1947 (somos aproximadamente 2.900.000 habitantes) hay un 22% más de población en conventillos, un 15% más de inquilinos, un 11% más en hoteles y pensiones, y un estimado del 50% más en villas.
No ha construido una sola vivienda social, y los créditos hipotecarios del Banco Ciudad son tan inaccesibles para las familias, como redituables para las constructoras.
La política de vivienda en la Ciudad de Buenos Aires ha sido delegada al mercado inmobiliario. Mercado profundamente cruel, injusto y abusivo que impone sus leyes obligándonos a firmar contratos extorsivos y destinar todos nuestros ahorros a pagar las excesivas comisiones.
Por todo esto -afirma el comunicado- es que las organizaciones que representamos a los inquilinos llamamos a la reflexión, y pedimos que no se dejen engañar por promesas de campaña. La eficacia del Pro.Cre.Ar y la ley de regulación dominial no habrían sido posibles sin la voluntad del gobierno nacional. No le demos el voto a un proyecto que amenaza seriamente los derechos de todos los inquilinos del país. No retrocedamos. No nos demos por vencidos. Aún falta mucho por hacer. ¡Vamos por una ley nacional de alquileres!”.