El proyecto del Ejecutivo porteño “Prioridad Peatón” aplicado al barrio más antiguo de Buenos Aires —protegido por leyes de preservación como Casco Histórico de la Ciudad— afecta tramos de las calles Defensa, Balcarce y los pasajes Giuffra, San Lorenzo y 5 de julio, que conforman un total de 18 cuadras con adoquines.
El proyecto determina “nivelar veredas y calles, reemplazar los adoquines por “granitullo” (delgada loseta de piedra de la patagonia) y baldosones color gris, colocar luminarias y bancos “patagónicos” de diseño moderno, forestar con especies exóticas, y eliminar todo elemento ajeno al proyecto (bocas de tormenta de hierro, tapas de desagûe, bancos antiguos, etc).
En una reunión en la presentaron el proyecto en la Sociedad Central de Arquitectos el ministro de Desarrollo Urbano y Jorge Sábato —autor del Proyecto Prioridad Peatón— desacreditaron a los “proteccionistas y fanáticos del patrimonio”, y dejaron entrever que el proyecto ya es una decisión tomada, independientemente de la opinión de los vecinos y ONGs que se oponen.
Sin embargo la pretensión de los funcionarios tuvo dos serios reveses:
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La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó el jueves 25 de setiembre una declaración que expresa la “preocupación por la remoción del adoquinado de arterias y otras modificaciones que se llevan adelante en el Casco Histórico y solicita el respeto por la identidad de los otros barrios de la Ciudad, en los cuales también se están realizando remociones del adoquinado”.
El proyecto había sido presentado por Teresa de Anchorena y Carlos Abrebaya, de la Coalición Cívica, y fue aprobado por unanimidad por todos los bloques, incluyendo al PRO. -
La Justicia porteña hizo lugar a una acción de amparo presentada por la ONG “Basta de Demoler” obligando al gobierno a detener las obras por su violación de la ley 65 y el Código de Planeamiento Urbano. Mediante esta medida, el juez ordena al Gobierno de la Ciudad que “suspenda el trámite de los procedimientos de selección de contratistas para realizar obras de mejoramiento en la calle Defensa e/ H. Yrigoyen y la Plaza Dorrego hasta que se dicte la sentencia definitiva”.
En una nota en el matutino La Nación, el historiador Felix Luna se pregunta:
¿Qué turista va a querer recorrer esta ciudad si lo que iremos ofreciendo es edificios de departamentos que pueden encontrar en cualquier ciudad del mundo? ¿Qué visitante querrá visitar un San Telmo sin su patrimonio ni su encanto de empedrados y adoquines que resistieron al tiempo?