La justicia porteña ratificó hoy la suspensión de las obras que lleva adelante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria de la Costanera Norte, al considerar que la construcción de áreas de servicios y dos bares en esa zona protegida no cuenta con el certificado de aptitud ambiental requerido para este tipo de emprendimiento.
La resolución de la titular del juzgado en lo contencioso, administrativo y tributario 9, Andrea Danas, fue en respuesta al amparo contra la gestión local presentado por un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), junto a la “Fundación Ciudad”.
La acción colectiva exigió el cese de la obra en la Reserva Ecológica que contempla mejoras a través de la incorporación de señalética, una bicisenda y nuevas construcciones como un centro de interpretación, un sector de sanitarios y “áreas de servicios”, entre las cuales están previstos dos locales de gastronomía, uno de ellos en la zona del espigón de la zona natural.
El fallo, en rigor, refuerza la medida en el mismo sentido adoptada por la magistrada a inicios de octubre, cuando determinó la interrupción de las obras, tras constatar la ausencia de la evaluación ambiental que es considerado obligatorio para estos proyectos, según la ley 123 de CABA, y que fue apelada por el Gobierno porteño.
En esta oportunidad, Danas mantuvo la orden “hasta tanto se haya acreditado en autos la conclusión del Procedimiento Técnico – Administrativo de Evaluación de Impacto Ambiental, vale decir se hayan cumplido todos los pasos previstos en el artículo 9 de la ley 123 y se haya emitido el Certificado de Aptitud Ambiental necesario para concluir las obras cuestionadas o habilitar su uso”.
“Hasta tanto ello suceda, no podrán continuarse las obras existentes ni permitir el uso público de las que eventualmente estuvieren construidas”, agregó.
Los amparistas iniciaron la petición al considerar que el proyecto del Gobierno porteño generará “un daño ambiental, actual e inminente, de imposible reparación posterior” en el espacio protegido que fue creado por una ley en 2012 y está situado en la ribera del Río de la Plata, entre la desembocadura del arroyo White y el Parque de la Memoria.
La extensa área, en realidad, se despliega sobre terrenos de relleno ganados al río en forma de península que lindan con la Ciudad Universitaria, y cuenta con más de 800 especies de seres vivos, de las cuales unas 500 corresponden a animales y las restantes a plantas.
La preservación de la Reserva está regulada por un “Plan de Gestión” acordado entre la UBA con el Gobierno porteño a implementarse entre 2021 y 2031, en un trabajo que también estipula la creación de instalaciones para las visitas, que den soporte a los programas de educación e interpretación ambiental y permitan apreciar los valores de la Reserva.