En la sesión de ayer martes 28 la Legislatura de la Ciudad no avanzó en la determinación de los puntos pendientes de aprobación. En un debate de cuatro horas —en el que abundaron las chicanas, acusaciones y cruces verbales— el Cuerpo decidió, por inciativa del diputado Rebot (kirchnerista) pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo 28 de julio.
Cantidad y ímites de las comunas
Uno de los artículos pendientes se refiere a la cantidad y límites geográficos de las futuras comunas. Desde el macrismo argumentan a favor de sólo diez comunas por razones de eficiencia en las futuras contrataciones autónomas, bajo el supuesto de que podrán negociar mejor la contratación de obras por una cuestión de escala, mientras que los restantes bloques tendrían más en cuenta la variable participativa. Esta posición tiene el aval de las opiniones expresadas en las 47 reuniones que realizó durante el 2004 la comisión de Descentralización de la Legislatura que preside el diputado Roy Cortinas con vecinos de los distintos barrios. Una de las constantes más fuertes que salió de esas reuniones fue la de agrupar barrios respetando sus límites históricos, algo que ha sido contemplado en todas las propuestas. Otra fue la de fijar un número de comunas que facilite la participación popular.
Al pleno del 16 de junio, la comisión de consenso había arribado con una propuesta de 12 comunas, resultado de la negociación entre un mínimo de diez y un máximo de 16, propuestas por diferentes bloques. Así y todo, el bloque kirchnerista (ahora con once miembros) dio marcha atrás y decidió vincular el número de comunas a la fecha de la primer elección.
Al menos hasta el próximo 28 de julio no se podrá saber cuál será la nueva división político-administrativa de la Ciudad, ya que los diputados reunidos en la sesión del martes 28 de junio aprobaron un cuarto intermedio hasta esa fecha.
Fecha de la primera elección de las Juntas Comunales
Otro de los puntos pendientes es la fecha de elección de las primeras autoridades comunales. Hay tres posiciones: este mismo año, en el 2006 o en el 2007.
No son ajenas en este aspecto las especulaciones electoralistas: los bloques del ARI y del macrismo, por ejemplo, quieren las elecciones pronto porque ya cuentan con estructuras partidarias y experiencia en la Ciudad, algo de lo que no goza el kirchnerismo proclive a parar la pelota hasta crear una fuerza propia, mientras especula con buenos resultados en las próximas elecciones nacionales, un activo para cortejar más adelante a la esquiva (para el Justicialismo) ciudadanía porteña. Para que este debate no trabe el resto del acuerdo, los diputados habían decidido en principio establecer la fecha de la primera elección en una norma complementaria para cuya aprobación harían falta sólo 31 votos (mayoría simple) y no los dos tercios (40) que prescribe la Ley de Comunas.
Queda por ver si cuando se redacte la nueva ley electoral que incluya los mecanismos de elección de autoridades de las Comunas se hará lugar a nuevas agrupaciones: ONGs, asociaciones civiles, etc. con arraigo en la zona o sólo podrán participar los partidos políticos convencionales. Para dar lugar a la organización de los nuevos agrupamientos vecinales, el bloque del ARI presentó una iniciativa transitoria y de aplicación por única vez: fijar la fecha de la primera elección para el 2006, pero limitar la duración del mandato de las autoridades que surjan de ese primer comicio.
Presupuesto
Tampoco se sabe qué porcentual del presupuesto global de la Ciudad tendrán asignadas las comunas. La discusión parlamentaria va de un mínimo de 5 a un máximo de 8%. Cabe mencionar, en ese sentido, una interesante cláusula de la nueva ley. En su artículo 47 prevé de alguna manera la existencia de desigualdades, o sea: habrá comunas ricas y comunas pobres (en trazos gruesos, un norte rico y un sur pobre). El Artículo 17 dice lo siguiente: ”Distribución. Las partidas que el Presupuesto General de Gastos y Recursos de la Ciudad asigna a las Comunas, se distribuyen entre ellas teniendo en cuenta pautas de equidad. A tales efectos el Consejo de Coordinación Intercomunal elabora una matriz presupuestaria basada en indicadores sociales, culturales, económicos, ambientales, demográficos y urbanísticos que permitan generar criterios de distribución y compensación de las diferencias estructurales existentes entre los distintos barrios y zonas de la Ciudad”.