La noticia de un matutino celebra la vuelta a los lagos de Palermo de esta especie oriunda de Sudamérica, tras quince años de ausencia. No menciona sin embargo que eran uno de los principales atractivos de la Reserva Ecológica.
En nuestro país esta especie (cygnus melancoryphus) habita en la Patagonia en temporada estival. En otoño emigran hacia el Norte en busca de temperaturas más cálidas. Desde hace varios años el ciclo era bien conocido por los observadores de aves —muchos turistas extranjeros— que solían acudir a la Reserva Ecológica para observarlos, filmarlos y fotografiarlos. Los cisnes no eran, de modo alguno, el único motivo de atracción. En el predio de 300 hectáreas y tres lagunas se catalogaron 250 especies diferentes de aves, muchas de las cuales son de hábitos acuáticos.
Pero eso es historia, la Reserva Ecológica está seca desde hace meses. Sin aves acuáticas. No es la primera vez, pero ésta parece definitiva por desidia oficial. Las lagunas que se crearon espontáneamente en los rellenos practicados en la década del 70 frente al ex balneario municipal dependían del régimen de lluvias. Tendían a secarse en veranos muy cálidos y secos y volvían a recobrar su plenitud en otoño e invierno. En 2008/2009, el predio soportó la peor sequía desde que comenzaron a establecerse allí especies vegetales y animales.
La reserva abandonada
Ahora la recuperación no tiene viso alguno de concretarse. La Reserva Ecológica ha sido abandonada. El Gobierno de Macri no parece tener intención alguna de promoverla y no se observa que haya interés en su continuidad. Una señal muy clara consistió en bajarla en el organigrama: su director reportaba directamente al Ministro de Espacio Público, ahora está cinco peldaños burocráticos más abajo.
En las ex lagunas se han desarrollado vigorosamente varias especies vegetales (la presidenta CFK tuvo la peregrina ocurrencia de reclamar un Central Park en lugar del “yuyal”) que absorben toda la humedad del suelo tras las lluvias. Si existiera un mínimo interés en preservar este regalo de la Madre Naturaleza a 500 metros de Plaza de Mayo se habrían preparado las depresiones donde estuvieron las lagunas para que comenzaran a llenarse nuevamente, removiendo las especies invasoras. Como mínimo. Ni que hablar de obras de envergadura.
Ex laguna de los Copios frente a la escollera del antiguo balneario municipal. Una cuadrilla de obreros del Ministerio de Espacio Público desmalezó diez metros cuadrados de los 300.000 que ocupaba la laguna. Fue un día de febrero de este año. Nunca volvieron. (Foto La Urdimbre).
Los cisnes de cuello negro no volverán al lugar que habían preferido cuando se fueron de Palermo. El cronista de Clarín afirma que (de los lagos de Palermo) habían emigrado paulatinamente”. No parece adecuado llamar emigración a una preferencia acuática distante tan sólo tres kilómetros, distancia lineal aproximada entre los Lagos de Palermo y la Reserva Ecológica. o sea, en su retorno de la Patagonia, los cisnes acuatizaron en el espejo de agua más cercano a lo que supo ser su habitat estacional preferido en la zona, durante esos quince años que no estuvieron en Palermo.