La causa que nació con el objetivo de investigar judicialmente la muerte del dirigente Arancibia dio sus primeros pasos en 2003.
Isauro Arancibia, maestro tucumano fundador de CTERA, fue el primer asesinado por la dictadura el mismo 24 de marzo de 1976.
Los 20 años de idas y vueltas procesales en el expediente explican el fallecimiento, en impunidad, de más de la mitad de los policías identificados como integrantes de la patota que desarrolló el operativo en el que las víctimas fueron rodeadas y asesinadas.
El expediente demoró dos años en arrancar, bajo dirección del Juzgado Federal número 1 de Tucumán. En 2007, la Fiscalía pidió la indagatoria de los integrantes de la patota que acribilló a los hermanos Arancibia, que ya desde entonces estaban identificados.
También estaban pedidas las de Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Bussi. Hubo procesamientos tras aquellas indagatorias pero dos años después, las cosas cambiaron.
La atención del Juzgado se centró en las responsabilidades de Menéndez y de Bussi y dictó faltas de mérito para la mayoría de los policías que habían sido procesados.
La fiscalía se dedicó a recolectar más prueba: reunió nuevos testimonios de vecinos, logró exhumaciones, motorizó pericias balísticas. La discusión entre fiscales y la querella de Ctera con Daniel Bejas, a cargo del Juzgado Federal número 1, quien se negó las veces que pudo a avanzar sobre policías y sobre todo el exjuez Martínez, se tornó insostenible. Cuando en 2019 la Cámara Federal de Apelaciones tucumana le ordenó dictar un fallo distinto a los sobreseimientos y faltas de mérito repartidas, Bejas se apartó.
En 2021, el titular del Juzgado Federal número 2 de la provincia, Fernando Poviña procesó a quienes quedaban con vida.
El Centro Educativo Isauro Arancibia
La institución toma su nombre del “maestro tucumano que fue el primer asesinado por la dictadura el mismo 24 de marzo de 1976”, indicó su fundadora Susana Reyes, que como sobreviviente del centro clandestino El Vesubio considera que la escuela es “un legado de nuestra generación”.
El Centro Educativo Isauro Arancibia se define como “un movimiento pedagógico que trabaja diariamente con más de 800 niñas, niños, jóvenes y adultos en situación de calle, desarrollando acciones tendientes a la restitución y promoción de los derechos vulnerados y brindando herramientas y oportunidades para la construcción de proyectos de vida dignos y saludable”.
Entre las necesidades que atiende el Isauro, no solo se encuentra la terminación de nivel primario o secundario de sus estudiantes, sino que incluyen también los déficits habitacionales, laborales y de educación de los hijos menores de 14, entre otros.
El Centro Educativo Isauro Arancibia funciona en la avenida Paseo Colón 1318, frente al ex Centro clandestino de Detención de la dictadura Club Atlético, cuyos restos son preservados actualmente por el Espacio para la Memoria ex CCD “Club Atlético”.