Un monumento a la vida y a la libertad de las mujeres víctimas de la violencia y la injusticia, y en memoria a las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Mounmi, asesinadas en Salta, fue inaugurado el lunes 25 en el lugar en el que hallaron los cuerpos de las jóvenes, en julio de 2011.
El acto, enmarcado en el Día Internacional de Lucha contra la Violencia de Género, fue encabezado por el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey acompañado por Jean Michael Bouvier, padre de una de las víctimas, que emprendió una lucha en defensa de los derechos de las mujeres.
Asistieron al acto el embajador de Francia en Argentina, Jean-Michel Casa; el cónsul de ese país en Salta, Joan Emmanuel Laxague, e integrantes de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad.
“Salta, cruje, Argentina llora por las mujeres víctimas de la violencia. Hoy en este lugar, este monumento representa una mano en alto, una especie de vigía que nos dice, que nos implora que seamos inflexibles frente a la injusticia y a la violencia”, dijo Urtubey en la quebrada de San Lorenzo, donde las mataron.
En ese lugar descubrieron además una placa con una cita sobre “las mujeres que no se dejan vencer con una derrota, que mueven al mundo con una sola mirada. Mujeres que lo pueden todo y ponen de manifiesto su corazón de acero para pelearle a la vida”.
El emotivo homenaje comenzó con los himnos de Argentina y Francia a cargo de la Orquesta Sinfónica de Salta y siguió con el descubrimiento de placas y depósito de ofrenda floral.
“Este día debe fortalecer las energías de quienes fuimos elegidos por el pueblo para seguir exigiendo justicia por las víctimas, porque sus muertes deben servir para algo, deben trascender. Con Cassandre y Houria estamos frente a un claro ejemplo de mujeres que trascendieron, que no se dejaron vencer”, manifestó Urtubey.
El padre de Cassandre dijo que el objetivo del monumento es representar la libertad y la vida de las mujeres.
“Cassandre y Houria eran mujeres libres, abiertas y generosas que no toleraban las injusticias. Por eso hoy sus familiares queremos trascender sus muertes y desplegar la bandera para defender la libertad de las mujeres”, remarcó Bouvier.
Y agregó: “ellas no hubieran querido un monumento a la muerte, sino un monumento a la vida y a la construcción de un mundo más justo”.
También agradeció a los gobiernos de Argentina y Francia por todo el acompañamiento y apoyo frente a la tragedia que a sus familias les tocó vivir y el respaldo del gobernador salteño.
“Este monolito debe simbolizar un faro de erradicación contra la violencia hacia la mujer, que impide el desarrollo de la sociedad”, aseguró el padre de Cassandre.
La ministra de Derechos Humanos, María Pace, dijo que la obra marca “un hito para que las mujeres víctimas de las violencia tengan verdad y justicia y para que no exista una más”.
La escultura tiene forma de estela y fue realizada por el artista salteño Alfredo Garzón en su taller de Villenueve Saint Georges, en Francia.
La obra fue elaborada en forma de una escultura de arte abstracto de tres metros de altura, en acero y bronce. Su construcción fue financiada por el gobierno nacional, a partir de un acuerdo con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien Bouvier se reunió en septiembre del 2011.
Cassandre Bouvier y Houria Mounmi fueron halladas sin vida, con signos de haber sido brutalmente violadas y golpeadas antes de ser asesinadas a tiros.
Las jóvenes ingresaron a la Quebrada de San Lorenzo el 15 de julio de 2011 y momentos después fueron atacadas en la zona conocida como El Mirador. Sus cuerpos los halló 14 días después un grupo de turistas que circulaba por el lugar.
En esta causa se encuentran detenidos e imputados como presuntos coautores de “doble homicidio calificado criminis causa, con abuso sexual agravado y robo calificado en concurso real”, Gustavo Orlando Lasi (25), Daniel Vilte (24) y Santos Clemente Vera (38).
La causa fue elevada a juicio y el fiscal Eduardo Barrionuevo pidió prisión perpetua para los tres imputados, mientras que para Omar Ramos (48) y Antonio Sandoval, acusados del ocultamiento del arma homicida y procesados por “encubrimiento calificado”, la condena requerida es de tres años de prisión. (Télam)