Interesante iniciativa del prestigioso canal de cable instando al uso de lámparas de bajo consumo en adhesión a la celebración internacional del “Día de la Tierra”.
Aunque no está explicitada la relación entre las lámparas de bajo consumo y el cuidado del planeta se sobreentiende que su uso, al disminuir el consumo de electricidad, requiere menor generación termoeléctrica. Las centrales térmicas queman derivados del petróleo(gas oil y fuel oil) que contribuyen al efecto invernadero y al calentamiento global. En la Ciudad de Buenos Aires hay tres centrales térmicas. Algunas ambientalistas han denunciado que queman derivados del petróleo venezolano con un alto contenido de azufre, sustancia nociva para la salud al ser desparramadas sobre la Ciudad partículas con los gases de la combustión expulsados a través de sus altas chimeneas.
Vale aclarar que no existe una relación directa entre el ahorro de energía hogareño —o para el caso industrial o comercial— en la Ciudad de Buenos Aires, con la mayor o menor emisión de gases de las centrales térmicas instaladas sobre la ribera del Río de la Plata, en el puerto (dos) y otra al final de la Avda. Costanera Sur. Desde hace años existe una red nacional que permite intercambios y derivaciones entre las centrales atómicas, hidroeléctricas y térmicas con los centros de consumo, y un centro de control ubicado en Rosario optimiza los insumos y despachos.
A partir de la privatización en 1991 de Segba, la empresa estatal prestataria del servicio eléctrico en la Ciudad de Buenos Aires, se constituyeron varias sociedades. Edenor y Edesur son empresas distribuidoras y compran energía en el mercado, ya sea de las empresas dueñas de las centrales térmicas en la Ciudad o de cualquier otra: de la Central atómica de Atucha, de la hidroelétrica del Chocón, etc.
Con el precio record de 117 dólares que el barril de petroleo alcanzó en el día de ayer, no es de temer que las centrales que lo utilizan cotizen su electricidad a menor precio, y al aumentar su demanda contaminen más de lo que ya lo hacen. Sin embargo, es una posibilidad, como tantas otras que muestran el dominio de las leyes del mercado en una sociedad capitalista.
El cuidado del planeta mediante el uso de lámparas de bajo consumo, entre tantas otras cosas, cuenta. “Lo que hagas cuenta” es el lema que National Geographic ha utilizado en esta campaña. Faltaría explicitar que para salvar al planeta también cuenta, y en mayor medida, la lucha de los ciudadanos contra los grandes intereses económicos detrás de las desforestación de las selvas y bosques nativos o la minera a cielo abierto, entre tantos otros frentes de batalla por la vida. Sin perder de vista el compromiso social, no está nada mal que también se apele como lo hace National Geographic al compromiso individual.