Por Silvina Molina
El reclamo para que se haga justicia es el mas repetido por sobrevivientes de violencia de género y por familias que perdieron a sus mujeres amadas por femicidios, personas que serán las protagonistas de la concentración del próximo miércoles, en el Congreso nacional y en más de 70 ciudades del país, bajo la consigna #NiUnaMenos.
“Esta marcha, este compromiso de todo el país, no calma mi dolor, pero me ayuda, me da fuerzas mientras espero que se haga justicia por mi hija”, compartió con Télam Verónica Camargo, mamá de Chiara Páez, de 14 años, embarazada y asesinada por su novio de 16 en Santa Fe a principios de este mes.
El femicidio de la adolescente causó conmoción, que fue reflejada en medios de comunicación y redes sociales, desde donde periodistas, artistas y activistas convocaron a concentrarse el 3 de junio, propuesta que caló en todo el país.
Y caló hondo gracias a un camino recorrido por ciento de mujeres que desde hace años vienen denunciando que la violencia de género es una violación a los derechos humanos y le ponen el cuerpo a la contención y asistencia de víctimas y a familiares que sobreviven a las asesinadas.
Verónica, mamá de Chiara, estará en la concentración en el Congreso junto a decenas de madres, padres, hijos, amigos, sobrevientes de violencia. Con algunos de estos protagonistas habló Télam.
Fabio, el papá de la adolescente santafecina también será parte del encuentro contra los femicidios en el centro porteño, adonde llegará con la esperanza de que “no vuelva a pasarle esto a ninguna chica más, a ningún padre”, contó minutos antes de iniciar una reunión iniciática de una ONG, que él impulsa, contra la violencia de género.
“Estoy ansiosa, pero voy a ir a la marcha porque no quiero que lo que me pasó a mi, le pase a otra mujer. Y porque quiero justicia”, dijo Carolina Abregú con voz cansada, a causa del dolor que le dejaron las secuelas de las quemaduras en su cuerpo producidas por su ex pareja, a las que sobrevive luego de cinco meses de internación y con el hombre en libertad.
La mamá de Nicanor Aráoz no pudo sobrevivir como Karina. Librada Haedo murió en Corrientes con el 80 por ciento de su cuerpo quemado por su marido, Ramón Aráoz, quien fue declarado inimputable y está internado en un psiquiátrico.
“Mi mamá tiene nombre y apellido, su femicida, también; como cada mujer asesinada en este país. Hay familias detrás de cada una de las muertas. Allí estaremos con mi hermano Matías, pidiendo que mi padre pase a cárcel común y que el sistema de justicia, que está podrido, entienda el mensaje que daremos con esta concentración”, dijo Nicanor con la firmeza del dolor reconvertido en militancia.
Y dijo más: “Se respira un aire de impunidad, donde las leyes no se aplican. Por eso las mujeres no se callan, por eso todos vamos al Congreso el 3 de junio”.
Otra protagonista de la concentración que “nunca habría querido estar en ese lugar” es Adriana Gordo, mamá de Dana Pecci, asesinada luego de haber sido víctima de trata con fines de explotación sexual.
“Todos los habitantes de este país debemos salir a la calle a decir ¡Basta!Nadie esta exento de que te secuestren o maten una hija. Basta de que nos maten, porque a mi me mataron con Dana, sólo sigo adelante con la esperanza de recuperar a mi nieta, que la justicia decidió, que viva con la familia del proxeneta que asesinó a mi hija”, clamó Adriana.
Clamor que también llevarán a la plaza de los Dos Congresos Silvia Rocha y Héctor Suárez, papás de Natalia, asesinada a los 16 años; cuerpo violentado y tirado a un arroyo en Moreno, en el conurbano bonaerense.
Ella, y otras víctimas, fueron arrojadas por los femicidas como basura en el último año.
Por eso, Cosecha Roja y la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina lanzaron en marzo la campaña “Yo también soy la mujer de la bolsa. Hartas y hartos de contar femicidios”, iniciativa protagonizada por periodistas de todo el país.
El reclamo sumó voces, como la de la mamá de Natalia que quiere justicia “para mi hija y para las hijas asesinadas de otras madres” y por eso va junto a Héctor al Congreso, un varón, como muchos, que reconoció que “jamás pensé que estas cosas pasaban…por eso participamos, para que podamos cambiar algo”.
Los protagonistas de la concentración del 3 de junio, las y los que piden, mas que nadie, NiUnaMenos esperan, a partir de las 17, en el Congreso y en cada ciudad del país que las voces contra los femicidios sean muchas y potentes.