Claudio Cristaudi
Hace muchos años un compañero gráfico ya fallecido, Matías Neira, me contó un hecho que me marcó para siempre.
Durante los años del primer peronismo Matías era militante o periferia del PC y con ellos participó de un acto en el centro en contra de Perón. La policía los reprime, se dispersan y se reagrupan. En uno de esos reagrupamientos van a parar frente al Edificio del Jockey Club (que luego sería quemado en el ´53 ó ´55). Del interior del edificio salen a las ventanas a aplaudirlos a ellos, a los comunistas. Matías cerraba la anécdota son esta reflexión “y ahí yo me pregunté dónde estaba parado, me estaban aplaudiendo del Jockey Club”.
Sería un facilismo decir que hoy muchos compañeros cambiaron los aplausos del Jockey Club por los de la Sociedad Rural, pero cuando leo que es falsa la opción entre la derecha y un oficialismo que representa al movimiento popular me pregunto si estos compañeros leen LA NACIÓN, si opinan que los comentarios políticos de Morales Solá forman parte de la “retórica del oficialismo”. ¿Cuesta tanto ver que después del 28 no sólo está agazapados “el campo” sino también la UIA? Que no toleran la estatizaciones, los directores puestos por el Estado en empresas privadas, una política exterior autónoma, políticas económicas activas, juicio a los represores.
No se trata aquí que en función del poder que objetivamente hoy exhibe la derecha no se tenga una actitud crítica hacia el gobierno, que no se señale claramente sus limitaciones y sus errores, dado que son estos errores los que en gran parte explican el avance de la derecha, a raiz de lo cual una elección que debería ganarse caminando se esté hoy cortando clavos con el culo.
No se trata tampoco de almas bellas y bocas cerradas como leí por ahí. Sobre lo primero aquel que se cree sin miserias políticas es porque en la casa le falta un espejo y sobre lo segundo no ví ni escuché ni leí nada de Pino o de Lozano criticando a la F.A.A. por su alineamiento con lo peor de nuestra historia, tergiversar escandalosamente el “Grito de Alcorta” y no reconocer que con la 125 esos “chacareros” hubieran estado mejor (en algún momento todos cerramos la boca).
Lo que se trata de entender es que hoy un retroceso de este gobierno lo capitaliza la derecha, entendiendo por derecha la UIA, SRA, CRA, los grande medios de comunicación, Macri, De Narvaez, gran parte del peronismo, y (por qué no) el radicalismo, Cobos, Carrió y la FAA.
Se trata de entender que mucho, poco o muy poco con el Kirchnerismo se avanzó en términos populares, se avanzó algo, y sólo un ciego o un soberbio pueden negar este hecho y es desde ese algo donde hay que pararse para hacer política, no importa tanto si “adentro” o “afuera”. Si algo aprendí de lo que infinitas veces me contó Matías es que en política donde te parás no es un dato menor, quienes son los que aplauden y los que te silban y si aquella vez después del peronismo vino la Revolución Libertadora y no la Revolución Social, hoy no hace falta que te diga cómo termina la historia.