Tras dos años de reclamar infructuosamente a las autoridades de Educación del Gobierno de la Ciudad, por el grave problema de filtraciones en las terrazas que afectan el normal desarrollo de las clases y ponen en riesgo la seguridad de los chicos, un grupo de padres de alumnos del establecimiento convoca a los vecinos a cortar la avenida Almirante Brown portando paraguas en señal de protesta.
El corte se realizará a las 12:30 del próximo viernes 5 de marzo en la intersección de la avenida Almirante Brown y la calle Gualeguay, a metros del Parque Lezama.
Terraza de la Escuela Della Penna. La imagen muestra rastros de una intervención largamente abandonada sin explicaciones ni atisbo de solución por parte del Ministerio de Educación de la Ciudad.
Dos años sin respuestas
En nota dirigida a Macri, al entonces Ministro de Educación, Mariano Naradovsky y al CGP 4, el grupo de padres que impulsan la iniciativa describían la situación en estos términos:
Nuestro hijos concurren a este establecimiento —donde funcionan tres escuelas: el Jardin de Infantes J.I.C Nro 2, la Escuela Primaria Nro 4 Dr. Carlos Della Pena y 27 cátedras de la Escuela de Música— y realmente nos preocupa en las condiciones de infraestructura que se encuentra la escuela: techos rotos, goteras y filtraciones; que además de entorpecer la circulación en las aulas, representan un grave peligro ya que se encuentran muy cerca de la instalación eléctrica (lo que ha ocasionado cortes de luz y salas inhabilitadas de jardín de infantes y aulas de primaria).
Esta escuela fue construida hace 40 años y en su momento fue un establecimiento modelo, desde su arquitectura hasta sus recursos humanos.
Por nombrar algunos aspectos que la destacan (destacaban…): su salón de gimnasia, su laboratorio, sala de computación, baños en el interior de cada aula, rampas que comunican toda la escuela, un amplio salón de actos con escenario y camarines.
Actualmente, y esto nos duele y nos llena de impotencia, toda esta maravillosa infraestructura con la que cuenta la escuela se encuentra muy deteriorada, en algunos casos inhabitable.
Hemos realizado numerosos reclamos al gobierno de la ciudad, quien luego de varios meses, envió a reparar las filtraciones de la terraza. Pero el trabajo quedó inconcluso, por causas desconocidas y nunca explicadas, ocasionando todavía más pérdidas y daños a la institución.
La asociación cooperadora intenta por todos los medios hacerse cargo de los arreglos, pero, desde ya, la situación actual hace que sólo pueda ocuparse de lo inmediato y no de lo estructural, que debiera solventar, si o si, el gobierno de la ciudad.
Otro de los temas postergados, y que ya lleva varios reclamos, es la no asignación de auxiliares para la escuela. El año pasado se han tenido que suspender las clases por razones de higiene y de prevención de enfermedades, nuestra escuela, que debiera contar con doce personas que se encarguen de la limpieza y el aseo del edificio, sólo cuenta con cuatro. ¿Alguien se puede imaginar de qué manera pueden cubrir con su trabajo estas cuatro personas, una tarea que esta asignada para doce? Sin mencionar lo peligroso y dañino que puede resultar para nuestros hijos y el personal que trabaja en la escuela: Están más expuestos al contagio de enfermedades y trabajando y estudiando en un ámbito que no cumple con las normas de higiene que establece como obligatorias el Ministerio de Salud de la Nación.
Por todo esto, pedimos al Gobierno de la Ciudad y al CGP de nuestro distrito, que de una vez por todas se tomen cartas en el asunto y aparezcan las soluciones correspondientes.
Creemos que el arreglo de la terraza debe efectuarse a la brevedad, no podemos seguir permitiendo que niños de tres años convivan durante un año con una gotera permanente en su sala, con vigas de techo caídas en las salas de cuatro y cinco años.
No podemos permitir que nuestros hijos no puedan disponer de su laboratorio de ciencias por un desperfecto eléctrico que lleva meses sin ser solucionado. No podemos permanecer callados ante la paradoja que resulta recibir computadoras nuevas en aulas que se llueven y que pueden destruir estos aparatos en la próxima sudestada.
El reclamo concluye con una apelación al Gobierno de la Cudad para que “se acerque a nuestra escuela y decida realizar todos los arreglos que corresponden, para mejorar la calidad de vida y educativa de los 1300 niños que concurren a estudiar y de las más de 50 personas que trabajan todos los días para que esta escuela pueda abrir sus puertas a la comunidad”.