La iniciativa apunta a alcanzar un 35% de cobertura arbórea del espacio aéreo de la Ciudad dentro del plazo de siete años, contados desde la entrada en vigencia de la ley. De tal manera la Ciudad deberá sumar unos 100.000 árboles anuales para alcanzar ese objetivo
La norma fue aprobada por 50 votos positivos y cuatro abstenciones durante la sesión ordinaria de la Legislatura, la cual tuvo una modalidad de participación mixta de diputados, de manera virtual y presencial por la pandemia del coronavirus.
“La definición de los lugares de plantación se realizará en función de aspectos ambientales, paisajísticos y utilitarios, priorizando las planteras de alineación vacías o subocupadas y los espacios de dominio público de las Comunas que registren menor cantidad de ejemplares, conforme los datos del último censo realizado”, establece la norma.
De acuerdo al censo de arbolado público del 2018, se relevaron 431.326 árboles, de los cuales 370.916 se encontraban en veredas mientras que 60.140 emplazados en parques, plazas y jardines.
De las Comunas registradas con menos plantaciones figuran la 3 -que reúne a los barrios Balvanera y San Cristóbal- con un 11% de cobertura de árboles del total de su superficie; la 14 -Palermo- con 15%, la 9 de Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda- con 15%, y la 10 -de Villa Real, Monte Castro, Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro- con 17%.
Según explicaron durante la sesión desde el bloque Vamos Juntos, “el arbolado público reviste una gran importancia para los centros urbanos de las dimensiones y características de la Ciudad de Buenos Aires, en virtud de su aporte al cuidado del ambiente y la calidad de vida de las personas que los habitan y transitan por sus calles”.
Dentro de los múltiples aportes, se encuentran “su contribución a la reducción de la contaminación a través de la retención de un alto porcentaje del polvo y partículas de carbón en suspensión generadas por el tránsito vehicular, su actuación como eficaz barrera sonora y la prevención de la erosión del suelo”.
También disminuyen el efecto de la isla de calor, atemperando los extremos de temperatura, moderan los vientos y ayudan a acotar el riesgo de inundaciones repentinas.
La legisladora del Frente de Todos Laura Velasco acompañó el proyecto, no obstante pidió por el tratamiento en el 2021 de una propuesta de su autoría para aumentar también las plantaciones de árboles en los barrios populares.